Urijah Faber nació en Isla Vista, California, en el seno de una familia hippie. Recibió una crianza
de tipo holística y su madre dio a
luz en su propia casa.
Naturalmente dotado para los deportes de contacto,
Urijah se destacó desde pequeño en el fútbol americano y en la lucha. El
californiano no sólo estimuló su
cuerpo sino también su mente,
cursando sus estudios en la
Universidad de California donde obtuvo un título de grado en
Desarrollo Humano.
La alimentación
saludable ha sido siempre parte de su vida. Un gran campeón no sólo entrena
duro, debe también cuidar sus hábitos alimenticios:
“Otros chicos comían dulces y yo sándwiches de palta.
He sido alimentado de forma saludable desde que estaba en el útero” dice Faber.
Su dieta no admite la ingesta de bebidas de cola o
comidas procesadas. Las carnes rojas están casi prohibidas en su dieta. En lo
que a entrenamiento físico se refiere, Urijah no utiliza los métodos tradicionales de levantamiento
de pesas, privilegiando los entrenamientos a la “vieja escuela” levantando
ruedas de tractor o golpeando las mismas con martillos. Este entrenamiento
estimula su crecimiento muscular, la velocidad y la capacidad atlética.
El “Chico Californiano” ha sido siempre un creativo dentro de la jaula, innovando
constantemente con nuevas maniobras o con golpes poco ortodoxos. Este atrevido de las artes marciales mixtas, ha
competido en diversas organizaciones antes de llegar a la World Extreme Cagefighting en el
año 2006. En su primera pelea en dicha organización, ganó el cinturón de los
pesos pluma derrotando a Cole Escovedo por nocaut técnico. De allí en más el
pequeño Hércules de las artes marciales mixtas se convertiría en la imagen
visible de la WEC
y en uno de los campeones más dominantes del deporte.
Mike Brown demostraría que ningún campeón es
invencible y sacaría a relucir algunas debilidades
en el juego de Faber. De allí en más, su rendimiento fue irregular, por lo que algunos vaticinan que ya hemos visto lo mejor
de Faber. A los 32 años de edad, Urijah cree que aún tiene mucho que probar
dentro del octágono.
En su debut en el UFC, Urijah probaría suerte en una
nueva categoría de peso. Su destino está ahora en las 135lbs. Luego de dos
victorias consecutivas (como peso gallo)
frente a rivales de la talla de Takeya Mizugaki y Eddie Wineland, Faber tendrá
este sábado su chance titular frente a un rival al que venció anteriormente
hace más de cuatro años, Dominick Cruz.
Cruz, actual monarca de la categoría, ha pulido todas
sus destrezas desde aquel combate y es hoy uno de los mejores libra por libra.
El de San Diego, California querrá sacarse la espina que le asestara el
entonces campeón de los pluma en el 2007. La posibilidad de vengar la única
mancha en su impecable récord profesional (17-1) es la motivación que lo
enciende por dentro. Urijah cree que su rival aún no ha podido superar aquella
derrota:
“Cruz esta alimentado por negatividad, envidia y
venganza. La mejor parte es que yo no tengo tantos enemigos y manejo mi propio
destino. Como todo lo demás en mi vida he encontrado la forma de divertirme con
mi oponente, así que acepto su amargura. Todo esto le da un condimento extra a nuestra campaña y mas leña al fuego
para prepararme para una gran batalla.”
El sábado seremos testigos de otro hecho trascendental
en el UFC cuando se ponga en juego por primera vez en la historia el cinturón
de las 135lbs. Dos exquisitos luchadores y un título en juego. A no perderse este
interesantísimo duelo.