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Se retira Kenny Florian, deja un legado que va más allá del Octágono

Longtime UFC contender Kenny Florian retires at 36

Kenny FlorianSi
uno observa las circunstancias en las que Kenny Florian llegó al UFC a
través de la primera temporada de The Ultimate Fighter en el año 2005,
podría decirse que el desafiante al título durante años llegó aquí por
accidente.  

Y
si ese fue el caso, sin duda, fue un accidente con suerte para todos los
seguidores, ya que el hombre que descubrió el presidente del UFC, Dana White,
cuando perdió un combate local contra Drew Fickett en 2004, se convirtió en un
peleador multifacético, comentarista y embajador del deporte de las artes
marciales mixtas.  

Eso
no fue ningún accidente.

El
jueves pasado, un día antes de la final del programa que lo presentó al mundo, Florian
anunció su retiro del deporte como competidor.

“Es algo que vengo pensando desde noviembre”, dijo Florian, quien sufrió
una lesión en la espalda después de su combate con Jose Aldo en octubre de 2011. “Y probablemente fue durante los dos
últimos meses que realmente consideré el retiro como una opción factible.
Cuando has peleado tanto tiempo como yo, y has entrenado tanto tiempo como yo,
te conviertes en lo que haces, y es lo único que sabes hacer. Es difícil hacer
otra cosa, pero al final, tengo muchas otras cosas, desde mi gimnasio en Boston
hasta mis colaboraciones como comentarista y todo eso. Me siento muy afortunado
de tener todas estas otras actividades en mi vida que me permiten seguir siendo
parte del deporte que amo”.

Aún
continuando su carrera como conductor en FUEL TV y FX, además de
dirigir su escuela (Florian Martial Arts Center), Florian de 36 años
de edad deja el deporte con un récord de 16-6, pero su impronta como uno de los
mejores peleadores de su era va más allá de las victorias y las derrotas.

Un
ex jugador de fútbol para Boston College, Florian encontró su verdadera
vocación en
jiu-jitsu, y posteriormente, en las artes marciales mixtas. Tras volverse
profesional en el año 2003, se hizo de un nombre en su nativa New England antes
de llamar la atención de White, que le sugirió al cinturón negro en jiu-jitsu
brasileño probar suerte en una nueva serie de realidad llamada The Ultimate Fighter.

La
vida de Florian cambió en ese momento, y a pesar de ser de menor tamaño que el
resto de los competidores, se ganó un lugar en la final contra Diego Sanchez.
“KenFlo” perdió ese combate de abril de 2005, pero muy pocos después de ése
durante los siguientes seis años.

Bajar
de peso y ganar tres peleas consecutivas le otorgó la oportunidad de pelear por
el título de peso ligero contra el ampliamente más experimentado Sean Sherk
en octubre de 2006, y aunque Florian perdió por decisión después de cinco
asaltos, él sabía que regresaría aún más fuerte la próxima vez.

Dicho
y hecho. Un devoto estudiante del juego que le fue fiel a su mantra de “Yo
termino las peleas”, Florian ganó, después del combate contra Sherk, seis
peleas consecutivas, cinco antes de la campana final.

A Florian
le faltó poco para lograr la victoria durante un segundo combate por el título,
esta vez frente a BJ Penn en 2009, pero sin desanimarse, ganó dos de sus
tres combates siguientes antes de bajar a la división de peso pluma, marcando
un récord por haber competido en cuatro clases de peso distintas.

En
junio de 2011, el nativo de Westwood (Massachusetts) y ascendencia peruana,
debutó en la categoría de las 145 libras, anotándose frente a Diego Nunes
en UFC 131 la que sería su última victoria profesional. Un combate
subsiguiente frente a Jose Aldo en octubre del año pasado terminó en una
disputada derrota por decisión, pero fue la lesión en la espalda que empujó a
Florian a dar por finalizada su carrera como competidor.

“Todo
se redujo a que la recuperación de la espalda no fue suficiente como para
alcanzar el estado original”, dijo. “Yo ya no puedo entrenar como lo hacía
antes, y esto ha sucedido por bastante tiempo. He lidiado con lesiones en el
pasado y he lidiado con una lesión en la espalda antes, pero esta nueva lesión
que sufrí en noviembre no me ha permitido volver a ser como antes”.

Dueño
de victorias sobre peleadores de la talla de Clay Guida, Takanori Gomi, Joe
Lauzon, Joe Stevenson, Roger Huerta, Din Thomas y Sam Stout, para algunos
Florian ha logrado mucho más de lo esperado, pero eso sería un insulto para un
peleador cuyo talento, ética de trabajo, inteligencia y devoción al deporte fueron
un ejemplo brillante para todos sus colegas.

“Espero que todos hayan visto en mí un muchacho que realmente dedicó su
vida al deporte y que siempre trabajó arduamente para evolucionar en cada
combate, para mejorar en cada sesión de entrenamiento, y con suerte llevar el
deporte a otro nivel”, dijo. “Y ése era realmente mi objetivo, sacar lo mejor
de mí y mejorarme cada vez más”.

Y
aunque su éxito en la competencia habla por sí solo, cuando se discute la
carrera de Florian, hay que tener en cuenta el impacto que causó fuera del
Octágono, donde su bastión de profesionalismo y clase, lo convirtieron en el
embajador ideal del deporte cuando más se lo necesitaba.

Sin
embargo, aunque parezca mentira, él también necesitaba mucho del deporte. 

“De
niño yo estaba un tanto perdido y pelear me hizo una persona mejor”, dijo. “Pienso
en la siguiente cita de Aristóteles: ‘Se hace la guerra para obtener la paz’, y
creo que eso me pasó a mí. Creo que me encuentro en un gran momento de mi vida
gracias a la pelea. Nunca me he sentido más feliz en mi vida y se lo debo a la
pelea”.

Gracias, Kenny Florian.