Mark Hominick, peleando por su sueño

Tras
casi 9 años de carrera como profesional, Mark
Hominick recibirá su oportunidad de pelear por el cinturón de pesos plumas
ante el campeón José Aldo el próximo 30 de abril en el
combate co estelar del UFC 129: St.
Pierre vs. Shields.

Así,
el canadiense de 28 años, cumplirá
su sueño de pelear adelante de 55 mil compatriotas que lo alentarán en un
enfrentamiento muy complicado ante quien muchos consideran el mejor libra por libra de la actualidad.

“Creo
que Aldo está muy bien considerado como uno de los mejores del momento. Es peligroso intercambiando golpes, en el
clinch, en el piso y puede terminar la pelea cuando quiere. Eso lo hace
superior a la mayoría. Lo que tengo que hacer es ir y no sentirme intimidado ya
que sus últimos oponentes perdieron antes de arrojar el primer golpe”,
reflexiona.

El
triunfo de Hominick ante George Roop en el UFC Fight for the
Troops 2, coronó una seguidilla de 5 victorias que le brindó esta posibilidad a
fuerza de golpes de nocaut.

“Estoy
tratando de disfrutar todo lo que ha pasado desde esa pelea con Roop. Ese 22 de
enero quedará marcado como uno de los grandes días de mi vida. Cuando me
llamaron y me ofrecieron la oportunidad
titular no lo podía creer. Ese fue el fruto de 10 años de trabajo duro y de
pelear en eventos desconocidos para obtener experiencia y ganar dinero”,
recuerda.

Y
continúa comentando sus sensaciones: “Será una locura, especialmente por esta pelea. La atmósfera que generará el
público será increíble. Me parece algo irreal, habrá 55 mil personas coreando
mi nombre, están todos muy emocionados. Las entradas se vendieron en 10
minutos, los fanáticos quieren ver nuestro combate y eso me llena de orgullo”.

A
Hominick le llega esta oportunidad en uno de los mejores momentos de su carrera. Se lo nota maduro, con ganas de
entrenar y con una meta bien definida. Sus triunfos
ante Yves Jabouin, Leonard García y el más reciente con Roop demuestran que su
técnica a la hora de intercambiar golpes ha cambiado notablemente y cada vez es
más refinada.

“La
gran diferencia que tengo con sus anteriores oponentes es que a la hora de pelear
de pie, soy mejor que él. La
velocidad de mis manos y mi trabajo de piernas pueden frustrarlo y causarle
graves problemas. Soy una de las grandes pruebas que le quedan porque todavía
no se enfrentó a ningún kick bóxer de mi nivel”, concluye ilusionado.

Muy
pocos confían en las posibilidades de Mark Hominick cuando se cierren las
puertas del octágono y quede de cara al brasileño José Aldo. Pero en las artes marciales mixtas dar pronósticos
es algo casi imposible y más cuando hay un peleador de la talla del canadiense.

Hominick,
como bien dijo, tiene la velocidad y el juego de piernas necesario para
derrotarlo, pero también tiene un arma que es fundamental para cualquier sueño: Hambre de gloria.