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Desde el octágono: Nate Díaz, resurgiendo como el ave fénix

 

Muchos de los peleadores, al tener problemas en una división,
deciden bajar de peso e intentar superar en tamaño y fuerza a sus rivales. En
este caso sucedió lo contrario, cuando los livianos comenzaron a encontrarle la
vuelta, Nate Díaz subió a los welter y produjo un reverdecer en su carrera.

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Luego de perder ante Clay Guida, Joe Stevenson y Gray Maynard en
tres combates muy cerrados, Díaz decidió no forzar más su físico a un corte de
peso tan abrupto y comenzó a pelear una categoría por encima, en las 170
libras. Allí venció por nocaut técnico a Rory Markham y  sometió a Marcus Davis para obtener la
oportunidad de enfrentar a Dong Hyun Kim el 1 de enero en el UFC 125.

 

“Kim es un gran peleador, he visto todas sus peleas en UFC y tiene
mucha técnica y será un combate complicado. Tuve la oportunidad de verlo en
vivo porque peleó el mismo día que yo lo hice con Clay Guida y me sorprendió.
Será una buena pelea y espero poder derrotarlo”, comenta el peleador de 25
años.

 

Siendo uno de los pocos casos que deciden subir una categoría luego
de algunas derrotas, se lo consulta sobre cuáles fueron los motivos por los que
tomó esa decisión y su respuesta es más que interesante.

 

“Cuando peleaba en la división de las 155 libras, normalmente pesaba
185, por lo que la dieta y el corte de peso se me hacían muy complicados. Ahora
que no tengo que cortar tanto, me he vuelto más estricto con las comidas y
estoy pesando 175 libras, así que si me necesitan en los livianos será mucho
más fácil y lo haré sin ningún inconveniente”, explica Nate.

 

De esa manera se estaría convirtiendo en el único peleador en la
actualidad que pelearía en dos divisiones distintas al mismo tiempo.

 

“Depende de lo que necesite y de lo que me ofrezca UFC, ellos son
los jefes y aceptaré lo que me pidan. Obviamente si me hacen pelear en las 155
libras debería ser contra otro tipo de rivales de los que me han tocado
anteriormente”, dice Díaz mientras piensa en voz alta a quién le gustaría
enfrentar: “Kenny Florian y Takanori Gomi estarían en la cima de mis
prioridades”.

 

Con esto demuestra su corazón de guerrero. No busca peleas
sencillas, busca combates complicados en los que se tenga que exigir al máximo
para demostrar de qué está hecho.

 

“Dos de mis derrotas han sido por decisión dividida, así que creo
que no lo hice mal ni ante Guida ni Maynard, que ahora estará peleando por el
cinturón. En los welter derroté a dos muy buenos golpeadores en su juego, creo
que, de ganarle a Kim, merezco a un oponente complicado. No me importa en qué
división, sólo quiero pelear ante alguien que me oponga mucha resistencia”,
concluye.

 

Su carrera en UFC comenzó hace ya mucho tiempo cuando ganó la quinta
temporada de The Ultimate Fighter. Hoy, con un registro profesional en el
octágono de 8 triunfos y 3 derrotas, desea forjar su camino hasta el cinturón
de campeón. ¿De los welter o de los livianos? Eso no importa, Nate Díaz dejará
todo para que uno de los dos rodee su cintura.