Pasar al contenido principal
/themes/custom/ufc/assets/img/default-hero.jpg

Pat Barry, el pequeño pesado

Normal
0

false
false
false

EN-US
X-NONE
X-NONE

/* Style Definitions */
table.MsoNormalTable
{mso-style-name:"Table Normal";
mso-tstyle-rowband-size:0;
mso-tstyle-colband-size:0;
mso-style-noshow:yes;
mso-style-priority:99;
mso-style-qformat:yes;
mso-style-parent:"";
mso-padding-alt:0in 5.4pt 0in 5.4pt;
mso-para-margin-top:0in;
mso-para-margin-right:0in;
mso-para-margin-bottom:10.0pt;
mso-para-margin-left:0in;
line-height:115%;
mso-pagination:widow-orphan;
font-size:11.0pt;
font-family:"Calibri","sans-serif";
mso-ascii-font-family:Calibri;
mso-ascii-theme-font:minor-latin;
mso-fareast-font-family:"Times New Roman";
mso-fareast-theme-font:minor-fareast;
mso-hansi-font-family:Calibri;
mso-hansi-theme-font:minor-latin;
mso-bidi-font-family:"Times New Roman";
mso-bidi-theme-font:minor-bidi;}

“He crecido mucho en los últimos
meses. Tengo muy claro qué mejorar y poco a poco lo estoy consiguiendo. Soy un rival peligroso para cualquiera y Kongo
tendrá que cuidarse” – Pat Barry

El
mejor kick bóxer de los pesados demuestra que no es importante ser un gigante
para tener buenos resultados en la categoría. Muchos ganan masa muscular y se
esfuerzan por marcar el límite de las 265 libras para sacar provecho de su gran
físico. Pat Barry hace todo lo
contrario, se mantiene con el peso que le conviene, su explosividad y precisión
hacen el resto.

El
próximo domingo se enfrentará en la pelea co estelar del UFC Live 4 a Cheick Kongo
e intentará que sus puños sean más fuertes y veloces que los del francés. El
único problema para Barry radica en que su rival puede llevarlo contra las
rejas, cortarle las distancias y mantenerlo allí durante 15 minutos sin ponerse
en riesgo.

“Cheick
es muy alto y me sentiré muy bajito a su lado, pero aún así quiero vencerlo. Es intimidante tener gente
tan grande a tu alrededor, pero confío en mis habilidades y puedo derrotarlo”, comenta Pat.

La
consulta obligada sobre su estatura y peso en este caso no se hará. Ya se
conoce su respuesta: “Si fuera por bajar de peso tendría que estar peleando en
peso gallo contra Miguel Torres. No
me interesa en lo más mínimo”, había reconocido hace un tiempo cuando tuvimos la
posibilidad de entrevistarlo antes de su derrota contra Mirko Cro Cop.

Su
última pelea fue en enero de este año y logró una victoria por decisión unánime ante Joey Beltrán. Esa noche se lo vio bastante precavido con sus golpes
y, por momentos, en peligro por el poderoso clinch contra las rejas de su
rival.

“Desde
el inicio sabía lo que Joey iba a intentar y lo hizo, el problema es que no fui
lo suficientemente inteligente como
para librarme de momentos complicados. Pero debo reconocer que me hubiera
encantado ver sus piernas un par de días después, lo golpeé muy fuerte y creo
que fue su orgullo lo que hizo que
no se rindiera”, recuerda.

“Sentía
que estaba peleando contra un hombre muerto, no paraba de golpearlo y patearlo y
él no se enteraba ni se molestaba por nada. Seguía atacando y no se detenía.
Fue mucho más difícil de lo que yo me imaginaba, creo que Beltrán es muy poco valorado entre el público”, reconoce
felicitando a su último oponente.

Pero
ahora tendrá que poner su mente en Kongo y sabe que el francés buscará una estrategia similar a la de Joey.

“Estoy
seguro de que Cheick intentará hacer lo mismo, lo bueno es que ahora ya no solo
sé en teoría cómo escapar, sino que
también se hacerlo en la práctica.
Será un combate muy difícil, pero mi objetivo es noquearlo”, concluye.

Así
finaliza Pat Barry. Un peleador extrovertido de grandes historias, una de las
cuales cuenta que antes de su combate con Antoni
Hardonk
comió arroz con kétchup por no tener dinero y guardárselo para
entrenar.

Hoy,
con algunas bonificaciones por nocauts y peleas de la noche, su vida es otra y
su destino también. Barry quiere ser
campeón de UFC y, a pesar de ser el pesado más pequeño, intentará lograrlo.