"Tras mucha deliberación desde mi pelea en UFC 128 he decidido retirarme de este deporte como peleador": Ricardo Almeida
Tras casi 11 años de competir en las artes marciales mixtas, el ex contendiente en peso welter y peso medio Ricardo Almeida decide retirarse de este deporte. a la edad de 34.
“En el 2008 decidí regresar a las AMM", escribió Almeida en su página de Facebook. “Desde entonces he tenido el privilegio de pelear ocho veces en el UFC. Como competidor no puedo imaginar una mejor sensación que la de estar en el centro del octágono con mis manos en alto.
Durante estos casi cuatro años he tenido una lucha personal encontrando el balance entre mi carrera de peleador, el cuidado de mi hijo quien fue diagnosticado con autismo poco después de firmar contrato por seis peleas de UFC, enseñar en mi creciente Academia de Jiu Jitsu y convivir con la familia.
Las AMM son un gran deporte pero también uno que no perdona física y mentalmente. Entrar en el octágono es peligroso, sobre todo si no estás concentrado al 100%.
Tras mucha deliberación desde mi pelea en UFC 128 he decidido retirarme de este deporte como peleador".
Nacido en Nueva York, Almeida Almeida y su familia se mudaron a Río de Janeiro, donde empezó a estudiar jiu jitsu en la academia Gracie Barra a sus 15 años. Un rápido estudio en la diciplina, lo llevó a cruzar camino con quien sería su mentor: Renzo Gracie.
"Renzo es un gran tipo" dijo Almeida al hablarme de su maestro poco antes de debutar en UFC en el 2001. "Para empezar, era como un ídolo cuando empecé a entrenar. Era el único cinta negra en la academia. Cuando vine aquí se convirtió en buen amigo y algo parecido a un padre para mí. Puedes darte cuenta porqué es tan respetado en las AMM. Es muy buena persona, muy querida. Está aquí para todos nosotros, para sus estudiantes. Lo último que te enseña es jiu jitsu, te enseña honor, respeto, lo que realmente importa".
Aspectos que Almeida trajo para sus estudiantes a su propia academia cuando la abrió en Hamilton, Nueva Jersey. Y a pesar de todas sus condecoraciones, que incluyen cuatro veces Campeón Nacional de Brazil, Campeón Panamericano 1999, y dos veces medallista de plata en la ADCC Submission Wrestling World Championships, se mantiene humilde llevando las enseñanzas de Gracie a otros peleadores de UFC como Frankie Edgar, Kris McCray, o Nick Catone, entre otros.
En diciembre del 2000 decidió poner a prueba su aprendizaje en un combate de tres rounds cuya decisión se llevó sobre Akira Shoji. Cinco meses después ya estaba en UFC y aunque perdió dos de sus tres primeros encuentros, llevó luz a un deporte en aquel entonces todavía malinterpretado.
"Muchos estereotipan como tontos o malos a los peleadores, que no se preocupan por nada salvo pelear", dijo antes de su combate contra Matt Lindland. "Pero cuando entramos al ring no tenemos que ser malos. No hay malos sentimientos contra el otro. Eso sólo nubla tu juico y llevará en detrimento tu desempeño. Lo más duro para mí es mantener una mente clara, y en mi día a día hago otras cosas para no caer en ese estereotipo".
Se retiró voluntariamente después de su derrota en UFC 35 contra Andrei Semenov. Fue a Japón donde continuó peleando, pero en el 2004 se retiró del deporte.
“Cuando me fui en mi mente no había dudas, no es que no amara el deporte, porque lo amo, pero quería enfocarme en mi escuela, en mi vida personal y mi familia. Sentía que era muy buen peleador, pero no quería pelear otros diez años, voltear atrás y ver que mi vida era un desastre. Hemos sido capaces de construir una hermosa familia, tenemos tres hijos y una escuela con alrededor de 400 estudiantes donde estoy diario".
En el 2007 pensó que era tiempo de volver, y en febrero del 2008 con un nuevo contrato de UFC entró de nuevo al octágono, y su segunda oportunidad fue mucho más exitosa que la primera, logrando un record de 5-3 con victorias que incluyeron a Rob Yundt, Matt Horwich, Kendall Grove, Matt Brown, y TJ Grant.
Su última pelea la perdió el 19 de marzo en UFC 128 contra Mike Pyle en una apretada decisión, dejando su record 13-5.
Pero la carrera de Almeida nunca fue de victorias o derrotas. Fue de clase, corage, y exponer los valores recogidos en el gimnasio y en el mundo. Aunque tiene apenas 34, el cinturón negro de JJB siempre ha tenido un alma grande, sabio más allá de sus años. Le pregunté si sentía que había perdido algo por desarrollarse en el jiu jitsu y su academia.
"Creo que la vida no es para divertirse. Estamos aquí para hacer algo, y el jiu jitsu definitivamente ha ayudado a mi personalidad, y pelear a pulir la persona que soy. Muchas cosas como el honor, respeto, las tenemos en el deporte aunque mucha gente no lo vea. Pero como en cualquier deporte y en la vida, llega un momento en el que me hago a un lado para seguir con una vida normal. Viajo mucho, mucho más que alguien de mi edad. Nunca estoy en casa y realmente extraño salir con mis amigos, pero es parte de la vida escogida y estoy seguro que vendrá mucho de eso con mi nueva vida".
Almeida finaliza su retiro de la siguiente forma:
“Seguiré apoyando al UFC como coach y por supuesto como fan. Quiero agradecer a Lorenzo Fertitta y a Dana White su liderazgo y visión para llevar al deporte a altos niveles. Y también a Joe Silva por darme la opoprtunidad de competir entre los mejores marcialistas del mundo.
Renzo Gracie, Mark Henry, Frankie Edgar y mis compañeros sin quienes no podría haber enfrentado este reto.
Finalmente a mi esposa, hijos y familia, así como mis estudiantes. Tendrán mi total dedicación en adelante.
Y a los fans de las AMM que hacen este deporte el más grande que hay"
Gracias profesor.