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El efecto Brock Lesnar

Recuerdo cuando tenía seis años y la única
preocupación era saber si podría  jugar
en el parque por la tarde, pero como cualquier niño de los 80s las prioridades
fueron cambiando poco a poco con la llegada de los videojuegos y las animaciones de nueva generación.

Así llegó el día en el que mis papás me pusieron la
caricatura de “He-Man y los Amos del Universo” en la televisión y desde ese
entonces mi vida cambió para siempre. A partir de ese momento Guillermo Schutz
quería ser la reencarnación de un héroe todo poderoso con cabello de hongo
color amarillo, espada mágica y un tigre miedoso. Todo pintaba perfecto sin
embargo hacía falta un enemigo
formidable, mi némesis el rostro de calavera y cuerpo de levantador de pesas
“Skeletor” que sin deberla ni temerla fue caracterizado (sin saber) por mi
hermano menor quién sufrió mi ira y poder de Grayskull. 

 

En otras palabras el éxito del bueno de la película
esta íntimamente entrelazado con el impacto del villano, un esquema que replica en el deporte a la perfección.  Para los pequeños y los no tanto, pero que mantienen
siempre su niño dentro, las figuras antagónicas toman un papel fundamental pues
“aman odiar” a ciertos personajes que se convierten en un elemento infaltable
en sus respectivas disciplinas. Algunos ejemplos; los Raiders (NFL), Dennis
Rodman (NBA), Barry Bonds (MLB), Mike Tyson (Box), etc.

 

Las artes marciales mixtas no son la excepción y la
liga más importante de MMA en el mundo, el UFC,  necesitaba buscar un componente con algún tipo
de perversidad para equilibrar la balanza con sus imágenes divinas como Randy
Couture, Anderson Silva, GSP, BJ Penn, etc. 

 

La búsqueda llevó a fijarse en un fenómeno de la naturaleza
quien a pesar de ser pieza clave en la lucha libre de la WWE tenía inquietud
para buscar un futuro en el octágono, algo que sin duda cayó como anillo al
dedo para el siempre oportuno Dana White, quién sin dudarlo dos veces tomó al
campeón del gran espectáculo deportivo Brock Lesnar  y lo convirtió en el
“hombre hecho bestia” del Ultimate Fighting Championship.

 

La abominación había llegado e inmediatamente su
impacto se hizo notar. En tan solo su tercer
combate se convirtió en monarca de los pesos completos y económicamente su
presencia equivalía a oro puro.  A partir
de que Lesnar se convirtió en campeón las carteleras en donde figuraba su
nombre se convirtieron en las más redituables de todos los tiempos para el
UFC.  En la edición 100, 116 y 121 se
superaron por primera vez en la historia el millón de pagos por evento.

 

La figura mas odiada del octágono tiene a varios
aficionados como fieles seguidores y miles mas como detractores pero
absolutamente TODOS quieren verlo
pelear. Por supuesto el rotundo éxito de la última temporada del Ultimate
Fighter tiene que ver precisamente con el efecto Brock Lesnar. Hoy
desgraciadamente el radicado en Alexandria, Minnesota estará fuera de actividad
por varios meses debido a una intervención quirúrgica (problema de
diverticulitis), pero los aficionados de las artes marciales mixtas cuentas los
días para ver nuevamente a este “villano” dentro del octágono.