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Leonard Garcia – Por buen camino de nuevo

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Así
que te preguntas si estás listo para 15 minutos de Guerra”. Me he respondido
esa pregunta muchas veces y físicamente sé que lo estoy” - Leonard Garcia

Miedo. Si han
visto alguna pelea del peso pluma Leonard García, pensarían que es una palabra
que no existe en su diccionario personal. Pero el tipo es humano, y hay algo
que le eriza la piel, aunque no es lo que pensarías.

“No quiero que
alguna vez alguien salga de una función de UFC en la que yo haya peleado y diga
‘uta que aburrida pelea’, no quiero volver a ver a este tipo’, ese es uno de
mis más grandes temores.

Lo que hace único a esto, es que lo dice en serio. A
diferencia de otros que claman vivir sólo para dar peleas que marquen épocas,
Garcia vive y respira esa realidad.  Mencionen
alguna de sus peleas contra  
Roger Huerta, George Roop, Mark Hominick, o la primera con la que este sábado
tiene su revancha, Chan Sung Jung, a cualquier fanático, y verán el gesto de aprobación
en su cabeza, sin que palabra alguna sea necesaria.

Así que cuando en
diciembre pasado le llovieron abucheos tras ganarle a Nam Phan, para él fue el peor
ataque personal que podría sufrir alguien quien acababa de darlo todo en tres
rounds. Claro, aquel veredicto fue uno de los más polémicos del 2010, pero
Garcia no es quien llena las papeletas. Lo único que él hizo fue pelear.

“Al principio
estaba decepcionado por mi rendimiento, porque no pude tomar un segundo aire”,
dijo. “El primer impulso fue todo lo que tuve, aunque reflexionando, me hubiera
dolido mucho más haber tenido ese Segundo aire y aun así haber sido abucheado. Pero
el hecho de no haberlo podido averiguar y haber ido más allá, me pesa mucho más
que los abucheos en sí”.

No fue sorpresa
que no los tomara de forma personal, debido a su personalidad amable, sobre
todo sabiendo que dio todo lo que tuvo esa noche para ganar en Las Vegas.

“Es difícil complacer
a una persona, mucho más a miles de personas”, dijo. “Tiendes a tomar las cosas
personales en la vida, pero si lo haces cada vez que alguien trata de tirarte,
vivirás una muerte en vida. No se puede complacer a todos, así que tienes que
estar contento con lo que has hecho. Al final del día veo lo que hice y si me
entregué y terminé la pelea, yo me siento ganador”.

“2010 fue un año de altibajos para mí, y muy movido”, recuerda. “Muchas veces
creí lo que la gente me decía, iba al gimnasio, golpeaba algún tipo muy fuerte,
caía y todos me decían: ‘vaya, golpeas más fuerte que cualquier otro en tu
categoría’. Y me iba a casa creyendo eso sin entrenar lo fuerte que debería. Aprendí
de eso y sé que el entrenamiento es lo único que me hará ser el peleador que sé
puedo ser este 2011. Este año quiero solo grandes peleas y demostrarle a la
gente que el Leonard Garcia que puede ser un campeón está aquí”.

Su primera pelea este 2011 debía ser contra Phan, una revancha que ambos
deseaban fervientemente más que nada. Pero Phan tuvo una lesión en su campo de
entrenamiento, hubo que llamar a un suplente, y quien respondió fue el “Zombie
Koreano”. Si no han visto nunca la primera pelea que tuvieron en abril del año
pasado, dejen de leer y vayan a verla ahora mismo. Así de buena fue. Pero después
de 15 aguerridos minutos que por cierto fueron saturados de coloridos
comentarios por parte de Joe Rogan y la calificó como “La pelea de la década”,
uno se pregunta por qué querrían hacerlo de nuevo. Y sin embargo ambos
aceptaron rápidamente.

“Mi primer reacción
fue ‘Wow’, tengo un buen entrenamiento y muchos malos sentimientos contra el
tipo contra quien me preparaba (Phan), y entrené muy fuerte y estoy al cien por
ciento listo, y entonces cambian a mi oponente y es con quien tuve aquella
pelea. Ves aquella pelea y ambos estamos cubiertos en sangre y sudor. Y una
concexión que sólo puedes lograr en una pelea como esa. Y después de algo así
te preguntas ‘si lo hiciéramos de nuevo, ¿cómo sería? No tengo que hacerme más
esa pregunta, lo voy a averiguar. Es excitante y atemorizante al mismo tiempo.
Estás feliz de que esté sucediendo, pero con miedo por cómo terminará”.

Algunos escapan a
sus temores. No Garcia. O encuentra una forma en la que nunca se haga realidad,
o va a confrontarlos. Una admirable forma de tratarlo por donde lo veas.

“El miedo de una pelea así es saber
que él puede resistirlo y que no va a ninguna parte”, dice el native de
Plainview de 31 años. “Va a estar ahí. Así que te preguntas si estás listo para 15 minutos de Guerra”. Me he
respondido esa pregunta muchas veces y físicamente sé que lo estoy, y
mentalmente, sera una gran pelea”.

¿Se repetirá lo sucedido? ¿Podrán
ser capaces de hacerlo de Nuevo?

“Creo que estamos
hechos de los mismo”, dice Garcia, y no es necesario agregar nada a ese
comentario, y para los pocos de ustedes que no hayan visto esa primera guerra,
él sí. “Ambos iremos ahí, buscaremos nuevas avenidas, pero creo que al final,
cuando nos encontremos, va a ser la misma vía que la primer vez”.

 “Ambos estuvimos ahí dando todo lo que teníamos
contra el otro y aún así entendimos que se trataba de un deporte”, continua
diciendo. “Cuando alguien recibe todo lo que eres capaz de lanzarle y te responde
de igual manera, se crea un nivel de respeto que no encuentras en ninguna parte”.

 
Leonard Garcia se ha Ganado ese respeto por parte de sus oponentes y de los
fans. Si algún peleador nunc debe recibir abucheos en el resto de su carrera,
es este. Y está listo para hacer lo que a él le corresponde.

“Lo he dicho
antes ya que por mi estilo de pelea no creo tener la longevidad que otros tipos
consiguen, que no son tan golpeados o se ponen en situaciones de peligro tanto
como yo. Con eso dicho, cada que salgo ahí, cada vez que alguien me dice sé un
poco más inteligente esta vez, no salgas corriendo a conseguirlo por
conseguirlo, trata de ser más técnico… pero cada que salgo es una pelea, y yo
no miro atrás. Pienso ‘si logro conseguir esto, la recompensa será grandiosa y
los fans la van a amar’. Definitivamente me pongo en un mal reflector, pero es
sólo por mi intención de montar todo un show”.

Así pues,
consideren esto la versión escrita de una ovación de pie.