Un hombre que elabora
su propia cerveza es probablemente
alguien que puede preparar un delicioso trozo de carne para acompañarla.
Jim Miller, quien fácilmente podría ser la imagen del póster
de la clase trabajadora, de los americanos con cascos en las industrias, es esa
clase de persona.
Cuando no está ejecutando
derribos en el Octágono, este duro nativo de New Jersey se encuentra elaborando
manjares en su cocina. Con claro favoritismo por la panceta, las carnes asadas
y las barbacoas en su patio, Miller tiene tanta destreza en la cocina como en
el área de combate. Ganador de ocho de sus últimas nueve peleas, este peso
liviano/maestro cervecero que se encuentra entre los mejores de la división,
está a una semana de la batalla contra Nate
Diaz que será la pelea principal del evento televisado a nivel nacional el 5 de mayo (UFC en FOX). En esta entrevista mano a mano, Miller, de 28 años, lo
sorprenderá con una dieta única que le ayudó a convertirse en una máquina
cardiovascular inamovible en la categoría de las 155 libras. Y sin duda no quiere perderse la respuesta de Miller a
la pregunta: “¿Alguna vez bebes una cerveza o dos durante tu entrenamiento?”
Curreri: Cuéntanos acerca de la alimentación
típica de un día en la vida de Jim Miller.
Jim Miller: Normalmente,
en los días de entrenamiento desayuno de forma muy liviana; no tengo tiempo de
preparar cosas como huevos o avena. Entonces como una barra de proteínas (barra
de proteínas Cliff o Metabolic Drive). A veces algunas almendras o nueces, o
pistachos de vez en cuando. O alguna fruta como arándanos, fresas o una banana.
Entonces comienzo
con el levantamiento de pesas tres veces por semana. Después, bebo un batido de
proteínas y manteca de maní natural. Para terminar la sesión me entreno un poco
más y me voy a casa a comer algo más sustancioso, como un sándwich de pollo en
pan de trigo con lechuga y mayonesa con sabor a pesto.
Soy de comer
carne, simplemente me encanta, entonces como muchas proteínas. Para la cena aso
pollo, chuletas de puerco o salmón. Usualmente, faltando seis semanas, como
muchas ensaladas.
Curreri: ¿Y las verduras?
Miller: Lechuga,
ensalada, pepinos. No soy muy fanático de las verduras, pero me las trago junto
con la cena.
Curreri: ¿Cuántas veces al día te entrenas?
Miller: Nunca
realizo más de tres sesiones al día de entrenamiento, 4 ó 5 horas en total.
Curreri: Yo sé que eres uno de esos peleadores que
le da prioridad al levantamiento de pesas, y que eres muy explosivo. Háblanos
del tipo de levantamiento de pesas en el que te enfocas.
Miller: Levantamos mucho peso. Levantamos peso
para fortalecernos. Si estamos haciendo lagartijas, entonces completamos con
remo y tracciones. Si estamos ejercitando los bíceps, entonces también
ejercitamos los tríceps, ese tipo de cosas. Hago muchas sentadillas y
levantamiento con las piernas – dos ejercicios que mucha gente no práctica – pero
que son muy funcionales para un peleador. Un día
a la semana es explosivo; movemos pesas muy livianas, pero de forma muy rápida
y explosiva. Curreri: ¿Existe alguna regla en la dieta de Jim
Miller?
Miller: No, lo más
importante es comer hasta estar lleno, pero no sentirse desbordado. Solo lo
necesario y nada más. Trato de alejarme de las comidas muy procesadas, pero no
al nivel de otros peleadores.
Curreri: Entonces, ¿comes de forma compulsiva como
el resto de nosotros?
Miller: Sí. Si
hay un resto de comida tengo que comerlo, inclusive cuando estoy lleno.
Curreri: ¿Cuál es tu peso normal durante el año,
antes de bajar a 155 ó 156 libras?
Miller: Normalmente
me mantengo entre las 170 y 180 libras. Llegando la fecha de la pelea trato de
estar cerca de las 170 libras. Hago dieta y controlo mi peso desde tercer o
cuarto grado cuando luchaba. Por eso conozco mi cuerpo muy bien. Bajar de peso
es una ciencia para mí.
Cuando estoy
comiendo más sano, hago cosas que son más fáciles de preparar. Cuando no estoy
peleando, tengo la tendencia a preparar comidas más elaboradas, que normalmente
incluye hornear. Me gusta preparar pancetas.
Curreri: Con respecto a las comidas, ¿alguna vez
haces trampa durante el entrenamiento?
Miller: Hago un
poco de trampa de vez en cuando para mantenerme feliz y relajado fuera del
gimnasio. Uno de mis cortes de carne favorito es la falda; es magra y me
encanta, para mí tiene mucho más sabor que el pollo. Le agrego un poco de salsa
Worchester, sal y pimienta, al horno o afuera en el asador. Me gusta jugosa. Le
agrego algunas verduras de hojas verdes con un poco de aderezo Caesar, entonces
la carne entibia el aderezo. Con solo hablar de eso se me hace agua la boca. Curreri: Aquellos que te conocen bien, saben que
la cerveza es importante para ti y que muchas veces elaboras tus propias
recetas. He escuchado que algunos atletas de elite afirman que una o dos
cervezas es una gran forma de rehidratarse después de una competencia dura. La
pregunta del millón es: ¿Alguna vez bebes cerveza durante tu entrenamiento?
Miller: Sí, tomé una cerveza la semana pasada.
Lo hago con moderación por supuesto. No bebo para emborracharme y cuando lo
hago no me encuentro socializando. De vez en cuando bebo una o dos cervezas
durante la cena. Dado que yo la preparo, es más sana porque no está filtrada y
tiene muchos nutrientes buenos.
Curreri: ¿Cuáles son las cervezas que más te gusta
elaborar?
Miller: La cerveza
negra o roja. Me gusta la variedad. Hago vino y lo regalo durante las fiestas. En
la etiqueta del vino estoy yo vestido de rosa, bastante feo, pongo eso en las
botellas y regalo cervezas, cabernets o pinot noir.
Curreri: Última pregunta, después de una pelea, ¿cuáles
son tus debilidades alimenticias?
Miller: Me gustan
las salchichas, huevos y sándwiches de queso en una rosquilla de ajo. Ha habido
semanas después de una pelea en la que comí uno de esos todos los días. Probablemente
no sea muy bueno para el corazón ni el aliento.
También me gustan las alitas de pollo estilo Buffalo.