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Kurt Pellegrino: Tres palabras clave

“Nunca me gustó que me dijeran que no podía hacer algo” - Kurt Pellegrino

Por décadas el grito “Sí se puede” ha servido para
unir a sindicatos, organizaciones de derechos humanos, así como a jugadores y
fanáticos de futbol soccer. Esas tres ponderosas palabras incluso se
convirtieron en un lema para el presidente Barack Obama en su campaña de 2008.

Y sucede que esta popular frase también ha sido inspiración
del veterano o peleador del UFC Kurt Pellegrino. “Yo sí puedo” es una
convicción fundamental con la que ha vivido el veterano del UFC Kurt Pellegrino
desde su infancia. Y no fue algo que se encontró en un libro de auto-ayuda,
sino algo instintivo, una respuesta ante los estigmas y la ruda educación que
tuvo al ser puesto en clases “especiales” desde 5o grado hasta su graduación.

“Tuve maestros, directores y adultos diciéndome que
nunca podría triunfar en la vida. Era tratado como un marginado y un perdedor”,
dice el peleador de 31 años, quien peleará este sábado 19 contra el brasileño Gleison
Tibau en el UFC 128. “Recuerdo que la madre de un amigo mío de la infancia
llamó a mi mama para decirle que no querían que se contagiara de mi enfermedad y
ya no lo dejarían andar conmigo. Ahí estaba yo de pequeño sin que nadie supiera
qué tenía y todos diciéndome ‘no puedes’”.

“Así que toda mi vida yo dije ‘Sí puedo’”.

Pellegrino fue diagnosticado con una fuerte forma de
ADHA (Déficit de Atención y Desorden de Hiperactividad por sus siglas en inglés)
y dislexia. “Los demás niños me molestaban, y se volvieron una practica de
lucha, los escuchaba planear sus ataques contra mí, pero al final los vencí a
todos
y me volví popular”.

Pellegrino no era un luchador más del montón, tanto él como su ídolo Dan O’Cone,
son dos de los mejores peleadores que han Salido de Point Pleasant, NJ. Fue dos
veces Segundo lugar en los campeonatos estatales de lucha, un logro único para
un estudiante de una escuela tan pequeña como Point Pleasant Beach High School.

Aquello lo convirtió en héroe local. Posters con la leyenda “Go Get ‘Em Kurt!” empezaron
a surgir. Se convirtió en un campeón dentro y fuera de la arena. Incluso el
ambiente en su escuela empezó a cambiar, sus compañeros dejaron de ser
molestados y golpeados al igual que él por sus problemas de aprendizaje.

Más de una década después, Pellegrino continua apoyando a jóvenes con
desordenes de aprendizaje. Constantemente visita escuelas y gimnasios en apoyo
a ellos. Se ha unido de hecho con la organización anti-intimidación llamada “Kinkin’
It”.

“Siempre tuve que tratar con gente negativa, así que
ahora me acerco a los jóvenes y les digo ‘sí, tú puedes. Si tienes la voluntad
de hacer algo, puedes hacerlo’. A mí me dijeron que no podría luchar, y mírenme
ahora, soy ya un veterano de la UFC”.

Habiendo ganado cuatro de sus últimas cinco peleas, viene de recuperarse de una
lesión ocurrida hace ocho meses, que por supuesto pone en duda su rendimiento
actual y su pelea en puerta contra el también cinturón negro de Jiu-jitsu brasileño
Gleison Tibau
, un oponente durísimo. De hecho, cuando Pellegrino fue llamado a
esta función, él pidió ex-profeso un contrincante que pudiera vencerlo, incluso
este sofocante rival.

“No debió aceptar la pelea, nunca debió haber firmado,
el evento es en mi estado, así que voy a salir con todo, y estoy enojado”

“Es el mejor Pellegrino que ha existido por mucho”, dice su buen amigo Kenny
Florian
, “muchos luchadores dicen eso como cliché, pero esta vez es cierto,
cambiamos mucho de su entrenamiento y lo ha seguido al pie de la letra’.

Sería difícil encontrar a otro peleador tan apasionado por su ciudad natal como
Pellegrino.

“Crecí surfeando, bronceado y además guapo, y soy
italiano, así que la vida en Jersey Shore es maravillosa. Hay policías que me
detienen solo para platicar, cuando pasan por la casa me siento tan protegido.
Este pueblo es mi fuerza, mis raíces, lo es todo”.