Cuando apenas los fanáticos de las AMM estaban
digiriendo el espectacular regreso de Tito Ortiz en UFC 132, nos hemos topado con la noticia de que lo tendremos de
nuevo en el Octágono el próximo 6 de
Agosto en UFC 133, esta vez
siendo parte del evento estelar enfrentando a Rashad Evans.
Ortiz recién tuvo una merecida victoria sobre Ryan Bader el pasado 2 de Julio, cuando
además era sabido que si perdía, esa habría sido su última pelea al menos en el
UFC. Nadie imaginó que el combate terminaría por una sumisión, sin embargo esto ocurrió por la inteligencia de Tito,
quien tras un excelente golpe que mandó a Bader a la lona, no se descargó, supo
administrarse y ver la oportunidad de someter a Bader.
Tan sólo hace poco vimos a un Pat Barry desaprovechar una gran
oportunidad contra Cheick Kongo, al
no poder conectar ningún golpe decisivo tras semi noquearlo y mandarlo a la
lona. Barry descargó toda su furia e intensidad sobre Kongo, sin poderlo
finalizar, dándole el tiempo al francés para recuperarse y conectar uno de los
más fulminantes KO que hemos visto.
Al volver en sí, Barry se levantó del suelo gritando
“¡Lo logramos!”, no tenía idea. Tito supo aprovechar al máximo su momento. Como
dicen, más sabe el Diablo por viejo
que por Diablo.
Tito rogó por su trabajo, por una oportunidad más, él
mismo lo ha dicho, y agradeció a Dana White
por presionarlo al límite. Un luchador como él siempre está motivado. No es
fácil decirle estás fuera, gracias por participar. Ahora, nuevamente su nombre
ocupa el evento estelar de la noche, y como ocurrió en 132, muchos dudan que pueda vencer a Rashad. Que siquiera tenga
oportunidad.
Sin embargo recordemos que su motivación y confianza es
mayor que nunca, hoy en día nadie cree más en Tito Ortiz que Tito Ortiz, y para
un tipo como él es todo lo que necesita. Su equipo está de su lado, viene de un
entrenamiento muy fuerte y bajo gran
concentración, su pelea con Bader prácticamente no le significó desgaste
alguno, así que en ese sentido está listo. Por otro lado Evans se entrenó para
un peleador totalmente diferente, ciertamente y en un despliegue de coraje él
mismo dijo “‘No me importa quién sea el que esté adelante mío, yo quiero pelear”.
Ese es el espíritu de todo peleador,
de otro ex campeón, pero sabemos que no es tan fácil y su equipo también,
tendrán que adaptarse y seguir una estrategia diferente a la que buscaban
contra Phil Davis, si no pregúntenle a Rick Story.
Afortunadamente no falta mucho para
saber el desenlace. En el futuro Jon Jones ya espera a Rampage, la categoría se mantiene muy competida. Rashad tiene en sus manos el
boleto por pelear por el título, ya fuera en un Rampage vs. Evans II, o contra su
amigo Jones; sin embargo una derrota lo pondría muy debajo en la lista, quizá
de forma definitiva. Tito por su lado tiene la opción de volver a la lista de
contendientes y buscaría alguna pelea más para ser entonces sí contendiente.
Aunque se enfrenta ante el riesgo de que un sólo golpe lo despida y quizá de
nuevo le ponga la palabra “retiro”
enfrente.
Los otros dos grandes se retiraron con una derrota, y Chuck
Liddell lo dijo al momento de ver la
patada de Lyoto Machida que despidió
a Randy Couture en UFC 129 “lo
agarraron, es parte del juego, así pasa “. El tercero de esos tres aún tiene al
menos una caminata más hacia el octágono con nada que perder, y nosotros, todo por ganar.