El representante de Chile dio una gran batalla ante “Moggly” pero un corte profundo que recibió en el segundo asalto lo perjudicó y terminó perdiendo por una guillotina a segundos del campanazo final
Segunda caída para el equipo de Fabricio Werdum.
La derrota de Bentley Syler en el debut había golpeado al elenco que comanda Fabricio Werdum. Y Diego Rivas fue el designado por Caín Velásquez para trepar al octágono en la segunda contienda. Del otro lado, estaría el mexicano Gabriel Benítez. Sin embargo, la suerte le fue esquiva al nacido en Chile y, a pesar de que estuvo a pocos segundos de llevar la pelea hasta el final, terminó perdiendo cuando “Moggly” le aplicó una perfecta guillotina.
“En la pelea entré calmado, con la estrategia en la cabeza y escuchando todo lo que me decían los coachs. Estaba bastante bien en el primer round y casi logro noquearlo, pero en el segundo Moggly me acertó un corte y eso me afectó y me desconcentró”, analizó Rivas, lamentando el hecho de haber estado tan cerca de la primera victoria de los latinoamericanos, que se terminó escapando en pocos segundos por un golpe fortuito de su rival.
Diego derramó intensas lágrimas apenas se consumó su derrota, y se reprochó a sí mismo el haber derribado en dos oportunidades a Benítez pero no haber podido dominarlo: “No sé si por los nervios o la ansiedad me fue imposible poder estabilizarlo cuando lo derribé. Moggly fue más inteligente que yo y supo aprovechar eso”.
A pesar de la derrota, sabe que dejó una imagen brillante y espera que su sueño de pisar el octágono del UFC no se opaque. “La gente de Chile me ha apoyado mucho, recibí muchos mensajes. El público se dio cuenta de que ese corte me afectó mucho. Gusté mucho en mi país y todos me dicen que me quieren ver en el UFC defendiendo nuevamente los colores de mi bandera. Creo que dejé muy en claro que en Chile tenemos buenas artes marciales mixtas y un gran nivel”, explicó.
En pleno combate se abrió la puerta a un futuro conflicto cuando, durante un derribo de Rivas, Chito Vera se levantó y gritó que Benítez no sabía nada de jiu jitsu. “Creo que fue por la emoción del combate, eso hizo que gritara”, lo defendió el chileno, aunque luego el ecuatoriano se presentó ante el equipo mexicano para disculparse.
La rispidez entre ambos conjuntos ha sido una constante en los primeros capítulos, pero Diego siempre eligió mantenerse al margen: “Me dio risa cuando taparon las banderas aunque sí fui a sacar la de Chile. Por mi lado nunca tuve ningún problema con los mexicanos, fueron bastante respetuosos conmigo. Obviamente había un poco de tensión pero creo que era por el tema de los combates”.
“Mi sueño de llegar al UFC sigue intacto”, cierra Rivas, que sabe que, por más que no haya resultado victorioso en la jaula, entregó una imagen intachable.
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