El mexicano Caín Velásquez volverá a Las Vegas este próximo Sábado 2 de Febrero, para presenciar la función UFC 156 de donde puede salir su próximo rival de la pelea entre Alistar Overeem vs Bigfoot Silva.
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Luego de recuperarel mundo
cambió, una vez más, el pasado 29 de diciembre en Las Vegas cuando logró vencer
de manera contundente a Junior dos
Santos y, de esta manera, recuperar el título pesado del UFC, el más preciado de todos los
cinturones.“La
diferencia entre esta y la primera pelea que perdí con él es que tenía mucha
hambre y quería esta revancha”, fueron sus primeras palabras cuando le pregunté
sobre este combate y aquel que perdió por nocaut en noviembre del 2011 y que le
costó el título.
La
pelea entre ellos fue el evento principal del UFC 155 y el espectáculo que se vio dentro del octágono valió la
pena. Sobre todo por lo que hizo Caín, quien dominó por completo a un Dos
Santos que nunca había perdido en el UFC
y que había destrozado a todos los que se le habían parado enfrente.
“Yo
sabía que estaba ganando la pelea, pero con los guantes chicos nunca se sabe y
nunca se gana hasta que se acaba todo”, agregó el flamante campeón, el cual ha
estado en los últimos días de gira promocional y ha visitado infinidad de
medios en México y Estados Unidos.
La
batalla fue un guerra unidimensional de cinco asaltos de cinco minutos cada
uno, 25 en total, dominados por un guerrero mexicano que lució cansado mientras
avanzaba el combate, pero que aclaró que él sabía que su oponente estaba aún
más cansado.
Para
los que siguieron toda la semana de actividades del UFC 155, llamó mucho la atención que el día antes del
enfrentamiento, en el pesaje, Caín subió sus puños de manera desafiante ante su
temido oponente brasileño.
Ahí
puede haberse empezado a definir la pelea, pues el mexicano mostró en ese
momento que el primer combate entre ellos ya había quedado en el pasado. “Le
quise decir que iba a buscarlo y que iba a ser muy ofensivo”, afirmó el actual
monarca pesado.
Y
vaya manera de haber sido agresivo. Dos Santos nunca fue protagonista en el
combate y el retador llevó todo el tiempo la pelea, ganándole al sudamericano
en el aspecto que nadie nunca se hubiese imaginado, el boxeo. Precisamente, un
golpe en el primer asalto puso la pelea a favor de Caín y desde ese momento
nunca estuvo en peligro el triunfo, a pesar de lo que él nos haya dicho del
tamaño de los guantes y de la calidad del ahora excampeón.
Sin
dudas, el momento en que escuchó su nombre como el nuevo campeón esa noche del 29 de diciembre tiene que haberle
llegado a lo más hondo de su corazón, aunque él lo resumió con la simpleza y
humildad que siempre lo ha caracterizado. “Me sentí muy feliz y contento que el
trabajo hecho todo el año para esta pelea dio resultado”.
Ahora
viene lo más difícil, mantenerse en la cima, y él sabe muy bien lo que eso
significa, pues en su primera defensa en el 2011 fue noqueado por Dos Santos.
Por lo pronto, ya me dijo que en cuanto se acabe la gira promocional, se
regresa a San José a trabajar en su gimnasio.
Y es que no hay de otra, para ser de los que siempre
están en la cima del olimpo del UFC, ahí
donde habitan Anderson Silva, Georges St-Pierre y Jon Jones, hay que trabajar muy duro
porque los rivales siempre quieren ese cinturón que te pertenece.
Me
puedes seguir en twitter en @vikingomartell