El UFC celebra 25 años de acción en 2018. En una serio de cinco artículos, detallaremos cada época, reto y los mejores combates, en la historia del octágono más famoso del mundo.
Tras los primeros cinco años del UFC, 36 estados en los Estados Unidos habían aprobado legislación para prohibir lo que aún conocíamos como “No Hold Barred”, o peleas sin reglas.
En nivel de popularidad, UFC había pasado de un punto alto al suelo. Dificultades para encontrar sedes y distribuidores de televisión que transmitieran los eventos complicaban la operación.
Mientras lo económico sufría, lo técnico se elevaba tras bambalinas en responsabilidad de tres de los hombres más importantes en la historia de las Artes Marciales Mixtas: Jeff Blatnick, Joe Silva y John McCarthy.
Medallista de oro de lucha grecorromana en Los Ángeles 1984, Blatnick llegó al UFC en UFC 4 como comentarista y eventualmente sería el comisionado del UFC y al se atribuye el nombre de “Artes Marciales Mixtas”.
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Junto al réferi John McCarthy y el matchmaker Joe Silva, trabajaron en la creación de lo que ahora conocemos como las Reglas Unificadas del MMA, aplicadas antes que nadie por el estado de Nueva Jersey. Estas reglas incluían lo permitido en el octágono, divisiones, duración de round, la ropa que podía utilizar el peleador y los criterios para calificar una pelea.
Pero la promoción sufría. Poco a poco ejecutivos abandonaban el barco y a pesar de poder realizar 12 eventos entre 1999 y el año 2000, UFC estaba a punto de cerrar las puertas…hasta que llegaron sus salvadores.
Los hermanos Frank y Lorenzo Fertitta tenían un nombre establecido en el estado de Nevada. Su padre, Frank, había fundado los casinos “Station”. Por esas épocas Lorenzo en una boda se reencontró con un amigo de la preparatoria, Dana White, quien involucrado en el boxeo, se había mudado a Las Vegas.
Entrenando Jiu Jitsu Brasileño con John Lewis, White se convirtió en manager de Tito Ortiz y Chuck Liddell. Al negociar el contrato de Ortiz, White se dio cuenta que el UFC estaba en problemas y sugirió a Frank y Lorenzo comprar la promoción.
Dos millones de dólares solo por tres cosas: las tres letras “UFC”. En enero de 2001 los contratos se firmaron y los hermanos Fertitta decidieron que White debería ser el presidente de la promoción. Semanas después, el 23 de febrero de 2001, UFC 30 fue el primer evento de la era “Zuffa”, nombre de la compañía formada para la compra del UFC.
A nivel de peleadores, UFC estaba en un muy buen lugar. Tito Ortiz encabezó UFC 30, Chuck Liddell ya comenzaba a juntar una cantidad importante de seguidores y en ese mismo año regresarían a la promoción Matt Hughes y Randy Couture. 
A nivel legislación, Lorenzo Fertitta sería la persona más importante. Él había sido parte de la Comisión Atlética de Nevada unos años antes y en él cayó la responsabilidad de presentar los cambios realizados al UFC y al MMA frente a la Comisión de Nevada, buscando regresar a Las Vegas, regresar a los principales sistemas de cable en Pago Por Evento.
Deportivamente, serían grandes años para el UFC. Comenzaba el regreso de B.J. Penn y su camino al oro, las populares y durísimas rivalidades entre los hermanos Ken y Frank Shamrock frente a Tito Ortiz, la llegada de Andrei Arlovski, Frank Mir, el reinado de Matt Hughes y más. 
Económicamente, la compañía seguía perdiendo dinero. Los hermanos Fertitta seguían enamorados del deporte y el UFC era su propiedad consentida, pero los pérdidas eran tales que Lorenzo llegó en un momento a pedir a Dana White que buscara un comprador y Dan Lambert, dueño del equipo American Top Team, había introducido una oferta seria.
Poéticamente UFC 50 cierra nuestro ciclo de cinco años. El evento número 22 de la época Zuffa, encabezado por la gran estrella del momento, Tito Ortiz y tenía la tercera pelea de Georges St-Pierre en la promoción, quien caía ante Matt Hughes en su primer intento por el cinturón welter. 
UFC seguía en problemas, pero sin que el público supiera, ya estaba en producción el arma que los llevaría a la cima. En una casa y una bodega en Las Vegas, 16 peleadores comandados por Chuck Liddell y Randy Couture participaban en la grabación de la primera temporada de The Ultimate Fighter. Nadie, peleadores, entrenadores o el UFC, sabrían hasta meses después el impacto que tendrían en el MMA mundial.