El campeón peso medio de Strikeforce Luke Rockhold hará finalmente su debut en UFC en el evento UFC on FX 8 el 18 de Mayo... si es que encuentra un tiempo en sus aventuras.
Luke Rockhold tiene debilidad por los desafíos. Es por
eso que una noche en un estadio de Costa Rica, se encontró a sí mismo corriendo
a toda velocidad con los dedos extendidos hacia un toro de una tonelada.
Rockhold había terminado de ganar seis peleas
consecutivas bajo la bandera de Strikeforce y se dirigió al sur para hacer surf,
en sus propias palabras: “relajarme y
descomprimirme”. Eso duró hasta que llevó a sus amigos a un festival de
montada de toros, en el que los espectadores saltan al ring. “Terminándose la
noche, me dije: ‘tengo que hacer esto, es mi única oportunidad’”, cuenta.
Fue entonces cuando Rockhold saltó la valla y luego se
dio cuenta de que era el único en el corral. “Lo que sucedió es que era el último
toro de la noche – el toro estrella del evento”, dice. Sin tener un plan, él
hizo lo que cualquiera haría: correr hacia el animal. “Hablando en serio, yo
calzaba tenis sin calcetines y corrí hacia el toro como un jugador de fútbol
americano”, recuerda. “El toro bajó la cabeza y comenzó a correr hacia mí. De
alguna forma logré esquivarlo y sentí el vientito pasar cerca de mí. Me pasó a
unas pocas pulgadas de las piernas”.
Cuando se dio cuenta de que no había sido dañado,
Rockhold improvisó una danza de la victoria y regresó con sus amigos, quienes según
él compartirían su entusiasmo. “Me sacaron del corral de un tirón y me pidieron
que nunca más vuelva a hacerlo. Estaban aterrorizados”, dijo. ¿Su principal
desilusión? “Mis amigos estaban tan asustados que ni siquiera tomaron una buena
foto de mí. Me gusta probar de todo al menos una vez”, explica.
Al parecer, Rockhold ha probado muchos “de todo” alguna
vez, y su historial de viajes suena a una lista de locaciones para una película
de acción internacional: Australia, Costa Rica, México. Colgarse de un
precipicio después de una pelea callejera en Santa Cruz, encerrar a un amigo
para ir a un viaje de último minuto a la India, comer carne de caballo cruda y
filmar peleas en el subterráneo de Tokio, ganar el cinturón de Strikeforce en
el área salvaje de... Columbus, Ohio. Ahora, le ha puesto los ojos a Jaragua
del Sol (Brasil), donde se enfrentará al ex campeón Vitor Belfort en la pelea
principal.
La travesía a las MMA
En 2006, con 22 años, un amigo llevó a Rockhold a la American
Kickboxing Academy. Es una escena que se repite docena de veces al día en los
gimnasios más conocidos de MMA con turistas y aspirantes a peleadores, y en la
primera sesión de sparring -la mayoría de ellos- son despojados a golpes de sus
sueños de triunfar en MMA. Pero como suele ocurrir normalmente con las
historias que involucran a Rockhold, él se convirtió en la excepción. Cuando le
dijeron que necesitaría un protector bucal, corrió a comprar uno y le dio forma
usando el agua hirviendo del restaurante de sushi vecino.
“Él no estaba dispuesto a aceptar un ‘no’ y eso me
impresionó mucho”, dijo el entrenador principal Javier Méndez. “Muchos llegan y
solo hablan o dicen ‘Oh, lo haré la próxima’, pero él estaba muy entusiasmado
con la idea de hacer sparring”. Entonces Méndez puso a Rockhold, quien no tenía
experiencia previa, en el ring con el peso pesado Christian Wellisch, que se
estaba entrenando para un combate en el UFC..
“Le pateé la cabeza y nos trenzamos en una lucha, y lo
hice bien”, dice Rockhold, como si esa fuera la forma en la que todo el mundo
lo hace en el primer intento en un deporte nuevo. “Entonces me pusieron con
Mike Swick y Bobby Southworth, y me fue bien con todos los oponentes. Javier me
separó a un costado y me dijo que pensaba que podía llegar lejos en este
deporte”.
La corta audición le valió a Rockhold una invitación al
equipo. El novato de AKA inmediatamente ajustó su vida para poder entrenar. Eso
significó tomar menos clases en la universidad, cambiar de trabajo para poder
practicar más fácilmente, inclusive viviendo en el apartamento del gimnasio por
un tiempo. La evolución de Rockhold fue, por decirlo de alguna forma, “Rockholdiana”.
En julio de 2007, tuvo su primera pelea profesional. Su tercer combate, tan
solo siete meses después de su debut como profesional, lo colocó en su primera
tarjeta de Strikeforce, donde pasó el resto de su carrera profesional hasta que
la compañía fue absorbida por el UFC en enero.
Dotado y talentoso
“Recuerdo cuando vi a Luke por primera vez en el gimnasio
de AKA antes de que participara en alguna competencia de MMA”, dice el fundador
y CEO de Strikeforce, Scott Coker. “Era básicamente un peleador de jiu-jitsu que
me decían que iba a ser el próximo campeón de peso mediano de Strikeforce. Lo
miré y me di cuenta de que era muy comercializable”. Después de ver el debut
profesional de Rockhold, Coker firmó un contrato con él.
“Este chico puede hacer lo que sea”, dice Cormier. “Es un
gran jugador de voleibol, puede jugar baloncesto, hacer surf, es increíble en béisbol.
Tenemos picnics con el equipo y digo ‘Diablos, estoy acostumbrado a ser el
mejor atleta’”.
Una mirada al árbol genealógico de Rockhold puede explicar
su aptitud física y naturaleza competitiva. Su padre jugó baloncesto
profesional; su madre es entrenadora de tenis. Tiene un hermano que hace surf
profesionalmente y una hermana campeona de jiu-jitsu. El camino de Rockhold
comenzó con el amor por el judo, que le ayudó en la práctica de lucha durante la
escuela secundaria. Sin entusiasmarse con la idea de la lucha universitaria,
Rockhold volcó su enfoque al jiu-jitsu al terminar los estudios. Rápidamente se dio cuenta de que sus largas extremidades
y su mente analítica eran perfectas para el juego de ajedrez que es el jiu-jitsu
brasileño y se convirtió en un campeón mundial de cinturón azul y cinturón
púrpura.
Rockhold peleó para Strikeforce
dos veces en el año 2009 y tres veces en 2010, durante esos días estaba
limitado solamente por el calendario de sus viajes aventureros. “Llamaba a Bob para
preguntarle cuándo Luke podría pelear nuevamente”, dice Cokers. “Él me decía, ‘no
lo sé, está en México o Costa Rica haciendo surf’. Nunca había escuchado de un peleador
que hiciera surf, entonces investigué y descubrí que venía de una familia de
grandes atletas”.
Siguiente parada: El Octagono
Cuando se encuentra en suelo americano, la agenda de Rockhold
gira alrededor de AKA: sparring tres días a la semana, lucha los martes,
jiu-jitsu los jueves, además de ejercicios cardiovasculares y prácticas
nocturnas. Su equipo está compuesto por potencias de Zuffa: Velásquez, Swick,
Kyle Kingsbury. Y él se encuentra particularmente interesado en ayudar a Cormier.
“Él me ayudó a mí y yo lo ayudo a él”, dice Rockhold. “Estamos tratando de
empujarnos el uno al otro hasta la cima”.
Rockhold también está muy entusiasmado con probar su
destreza en contra de las estrellas del UFC. “Es otra cosa totalmente el
comenzar a enfrentarse a oponentes que has visto en los principales eventos.
Los respeto, pero quiero ser el mejor, entonces tienes que pelear contra ellos”.
No importan los nombres
o qué tan alto estén en el ranking, Rockhold tiene confianza de que puede
derrotarlos. Después de todo, aquí no se va a enfrentar a un toro. “Ahora no me
preocupa mucho pelear”, dice de su enfrentamiento con el toro. “Después de
haber hecho eso, ¿de qué más puedes asustarte”?
Una versión de este artículo apareció
originalmente en UFC 360, la revista oficial de Ultimate Fighting Championship.Haz click aquí para suscribirte a la versión impresa o digital Fotos por Jody Morris y Tony Roberts