La mexicana Grasso nos comparte este blog sobre su experiencia al iniciar su carrera como peleadora.
Nada como despertar sin alarma, preparar tranquilamente tu desayuno, ver por la ventana y recordar que no estás en tu ciudad. Pero, como casi todos los domingos, hay que lavar mucha ropa deportiva, hacer las compras para la dieta, limpiar la casa y lo normal de domingo.
Soy turista en la ciudad más importante de mi país por dos semanas. La Ciudad de México. Esta ciudad cuenta con 2700 msnm y es conocida por el requerimiento de oxígeno que exige a los atletas al competir y/o entrenar aquí.
Yo he peleado en CDMX 4 veces. La primera fue cuando participé en un Grand Prix. Éramos 4 chicas y las peleas quedaron pactadas el mismo día del pesaje mediante un sorteo, tuvimos una noche para planear. Para la primera pelea todo fue en cámara rápida, desperté y sonó la campana. Ahí estaba yo, por primera vez en una jaula (ya que mis peleas anteriores fueron en un ring de box).
La segunda pelea del Grand Prix la recuerdo bien. Mis primeros 3 rounds de pelea. Ese sabor tan peculiar que se siente al respirar cuando te sangra la nariz es una experiencia ÚNICA y también era la primera vez que me pasaba. Voltee rápido a mi esquina y solo se veían claramente los ojos de mis tres coaches entre los cuadros de la malla.
Salir con la victoria es maravilloso. Me puse a prueba por primera vez dejando que la adrenalina hiciera su trabajo y solo tenía en la cabeza : NO DEJES DE TIRAR GOLPES.
Al final lloré, y no sé ni porque. Quizá por el dolor de TODA la cara, quizá porque estaba viviendo algo completamente nuevo, quizá porque soy mujer. Me vi en el espejo al día siguiente y no había crema, maquillaje, lentes enormes o gorra que me hicieran ver medio normal.
-¿Estás dispuesta?
Este deporte merece mucho respeto. Vi el cinturón de MMA que había ganado, lo responsable que me volví, la disciplina que adquirí, las combinaciones que conecté, esa seguridad que tuve al subirme a intentarlo y ese deseo de quererlo hacerlo otra vez pero mucho mejor...
-Claro que sí! Los moretes se quitan, pero no lo fuerte que te vuelves.
"Somos las creadoras de vida. De vidas mejores"
Debemos leer e informarnos mucho. Nada es más valioso hoy en día como estar bien informada. Te reto a que todos los días cambies 10 minutos que usas en redes sociales por leer acerca de cada órgano de tu cuerpo y así de temas variados cada día. Te sorprenderás de todo lo que sucede en tu cuerpo y en el mundo con cada respiro.
Comer sano es primordial, el ejercicio despeja la mente y todas esas decisiones quedan registradas en nuestro código genético. Tomemos lo mejor de nuestras vidas y dejemos semillas de calidad plantadas en las nuevas generaciones.
Guerreras modernas FUERTES física, mental, y emocionalmente.
¡Feliz día internacional de la mujer!
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