Tanto Antonio Silva como el holandés viven un pálido presente y necesitan desesperadamente volver a la victoria. El 8 de mayo en Rotterdam sólo uno podrá lograrlo.
Las rachas adversas equivalen a uno de los peores enemigos en la vida deportiva del peleador. Estar demasiado tiempo sin salir con una sonrisa del octágono invita a la desesperación, la cual nunca es buena consejera para retomar la siempre satisfactoria senda de la victoria.
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En distintas medidas y situaciones tal vez no idénticas, pero tanto Antonio Silva (19-8-0, 1NC) como Stefan Struve (30-8-0) necesitan volver a ganar y sólo uno podrá hacerlo en la noche del 8 de mayo del UFC Fight Night que se celebrará en Rotterdam, Holanda.
En los papeles la peor actualidad sin dudas es la del brasileño. Ya en la recta final de su carrera, apenas ganó una de sus últimas seis peleas cuando detuvo por nocaut a Soa Palelei. En su más reciente presentación cayó por la vía del cloroformo ante Mark Hunt, en lo que significó la revancha luego de la gran batalla que terminó en empate luego de cinco arduos rounds.
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Lo más preocupante de “Bigfoot” es que en sus cuatro últimas caídas fue noqueado en el primer asalto y sin presentar demasiada resistencia a los golpes rivales. Hoy parece ser que su única oportunidad ante este nuevo desafío que se le presenta radicará en salir de forma inmediata a buscar una mano potente que le dé el triunfo.
Del lado de Struve la situación es distinta aunque no menos preocupante. Apenas logró una victoria en sus últimas cuatro presentaciones pero aquella vez lo hizo ante una gloria como lo es Minotauro Nogueira. Tendrá como aspecto a favor que la velada se desarrollará en Holanda, país al que representa en UFC, y deberá aprovechar el apoyo que recibirá del público. Stefan supo ser una de las apariciones jóvenes más importantes de los pesos completos y sus 2.13 metros siempre fueron un aspecto imposible de dejar de lado de su imponente físico.
Sus problemas cardíacos complicaron su carrera y todavía no pudo volver a demostrar el nivel que lo llevó a las filas de la promotora. Ante Silva deberá optar por controlarlo a la distancia, sin dejarlo venir a lanzar golpes cortos y, en caso de tener la oportunidad, llevarlo al piso para hacer uso de su buen nivel de jiu jitsu. Físicamente tendrá una gran ventaja y una posibilidad importante para lograr imponer su estrategia.
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Para quien sueña con una pelea tan atractiva como extravagante, éste será un plato especial. Realmente el posible desenlace es completamente impredecible y varios finales pueden caber en la imaginación previa al combate. Hay técnica, potencia, y necesidad de ganar, tres condimentos necesarios para garantizar una contienda interesante. De un lado Struve, su imponente físico y su paciencia y del otro “Bigfoot” Silva y una mano potente que necesita aparecer de forma urgente.
¿Quién saldrá con una sonrisa?