La primera victoria del Team Werdum corrió a cargo de Marlon "Chito" Vera de Ecuador, y nos platica su sentir antes y después de la pelea.
Chito Vera sorprendió al equipo Velásquez, que le había puesto delante a Enrique Briones, uno de sus hombres más fuertes. El ecuatoriano logró un triunfo increíble que emocionó hasta al propio Dana White. “Sabía que iba perdiendo y me la jugué a un solo golpe”, explicó. Caín Velásquez no dudó y buscó un combate entre dos opuestos. Seleccionó a Marlon Vera, el más joven de la casa de The Ultimate Fighter Latinoamérica, y lo cruzó con Enrique Briones, de 33 años y 17 combates profesionales en su historial.
Pero la historia no fue como el equipo mexicano esperaba, y “Chito” terminó dejando boquiabiertos a todos cuando una brillante patada lanzada desde el suelo dejó nocaut a “Henry” en el segundo round. “La verdad es que pensaron que era la carnada en esa pelea. Me dejaron para el final como el más débil y me pusieron al más fuerte. Eso me fortaleció porque yo me esforcé mucho durante toda mi carrera y si quiero estar en el UFC no puedo perder contra un latino”, explicó el ecuatoriano. Con este triunfo, el team Werdum cortó una racha de cuatro derrotas consecutivas y festejó por primera vez.
De todas formas, Chito admite que no la tuvo nada fácil: “Me la jugué a un solo golpe. Mi entrenador en Ecuador siempre me decía que si iba perdiendo tenía que arriesgar todo. Siempre en mis campamentos en mi país practicaba ese talonazo a la cara. Lo pude haber rozado y perder mi pelea o tocarlo y ganarla. Iba perdiendo mi segundo round y lo más probable era esperar una derrota. Dejé que me pegue, que se confíe y tiré el talonazo. Se lo di en la cara y cayo dormido”. Apenas se dio cuenta de que era el ganador, Vera rompió en llanto y no pudo evitar recordar lo más importante que tiene en la vida: “Lo primero que pasó por mi cabeza era mi sueño de realizar la operación de mi hija y todo el sacrificio que hice antes de llegar. Ahí yo lloré porque no podía más de la emoción.
Dana White estaba delante de mí y se quedó mirando como diciendo que así es como se terminan las peleas frente a los dueños del UFC. Al ver la foto de mi esposa e hija no pude con la felicidad, sólo me solté y le dije gracias a Dios”. Por último, hizo un análisis de lo que significó esta victoria tanto para el equipo como para el coach, que venía muy golpeado. “Me hizo muy feliz ya que Werdum estaba triste porque todo estaba mal. Él llegó muy motivado a entrenarnos, a dar todo, y con él siempre me llevé muy bien. Sentí que me dio todo su apoyo y le doy las gracias porque al show llegamos solos y él me hizo de los suyos. Estaré con él en su pelea porque estuvo en la mía y esta vez habrá nuevo campeón de los pesados del UFC”.
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