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Enrique Wasabi: MMA Con Sabor Ibérico

No hay nada que enorgullezca más a Enrique Marín que pelear y representar la bandera de su paía: “Es una gran responsabilidad representar a España en UFC. ¡Es algo que jamás imaginé!” 


El cine, el teatro y la danza, son los pasatiempos de Enrique Marín. También es adicto a la adrenalina porque “es de las mejores sustancias que existen. ¡Te hacen sentir vivo!” Por esta razón, disfruta de los deportes de riesgo y el paracaidismo. Leer lo transporta a lugares inimaginables. Fanático a las películas de Christopher Nolan.

Enrique Marín se define como un chico alegre y bromista. Originario de Sevilla, probó con varios deportes: futbol, basquetbol y tenis. Ninguno lo tenía contento. “Fue entonces que comencé a entrenar jiu jitsu y kickboxing. Pocos meses después, me propusieron participar en una pelea de kickboxing. ¡La sensación antes, durante y después, fue increíble! Me enganché desde hace 13 años.”
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El apodo de “Wasabi” surgió de una divertida historia. “Fui a comer a un restaurante asiático. El sushi venía acompañado de jengibre y wasabi, el cual pensé que era guacamole así que me lo comí de un bocado. ¡Picaba muchísimo, me caí de la mesa y un amigo grabó todo lo sucedido!”

Antes de ser elegido para The Ultimate Fighter Latinoamérica 2, Enrique era maestro de primaria en un colegio. Nunca pensó que UFC se fijaría en España. “Entrenaba por hobby y daba clases de lucha, boxeo y MMA en un centro deportivo. Por ello, es una gran responsabilidad representar a mi país en UFC. ¡Es algo que jamás imaginé!”
Video>>>Enrique Marín: España en Punto de Inflexión

Su perdición es el huevo frito con patatas, cebolla y cualquier tipo de carne. Sus ídolos son Fabricio Werdum y Kelvin Gastelum. “Kelvin tiene un estilo similar al de Cain Velasquez; es muy joven y talentoso, conserva la humildad y los buenos modales. ¡Lo admiro mucho!”

La vida de “Wasabi” cambió de un día a otro. De una ciudad pequeña viajó a Las Vegas para cumplir el sueño y reflexiona: “No importa lo que suceda siempre hay que tener los pies sobre la tierra y conservar las raíces; ser auténtico y fiel a los principios. ¡Nadie puede decirte que no puedes porque no hay límites!”