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Peleadores Latinos

Sabina Mazo: Sacrificios Que Han Valido La Pena

La Colombiana Dejó Todo Para Perseguir Su Sueño En Las MMA

Sabina Mazo es un ejemplo claro de que todos los sacrificios que conlleva buscar una oportunidad lejos de casa bien valen la pena.

La colombiana decidió a los 17 años dedicarse de lleno a las artes marciales mixtas y muy pronto tuvo su debut profesional, pues a los 18 vivió su primera experiencia dentro de una jaula y fue con un triunfo sobre su compatriota Alejandra Lara.

Después, también en 2015 consiguió su segundo triunfo, ahora en Costa Rica, donde una vez más demostró que su nivel estaba por encima del promedio, tanto que vino el momento de tomar la decisión que cambió su vida: emigrar a Estados Unidos.

Las MMA no están tan desarrolladas en Latinoamérica como en territorio norteamericano, menos aún para las mujeres, por lo que el apoyo de la familia de Sabina fue fundamental para aferrarse a su sueño.

El gimnasio Kings MMA, en California, se convirtió en la casa de Mazo, quien bajo el mando del máster Rafael Cordeiro siguió una línea ascendente, sobre todo en su desempeño dentro de la jaula.

Los triunfos siguieron llegando entre 2017 y 2018, con cuatro de manera consecutiva, dos con espectaculares patadas y dos con decisiones unánimes en LFA, uno de los semilleros importantes del UFC.

Tras conseguir el título de peso mosca de LFA y defenderlo en una ocasión, los directivos del octágono más famoso del mundo pusieron su atención en la colombiana que hizo historia el 30 de marzo de 2019, cuando peleó contra Marina Moroz, en un día agridulce, pues el resultado fue una derrota.

Sin embargo, Mazo no solo se recuperó de su primer tropiezo profesional, sino que, con total resiliencia siguió preparándose con atletas de élite para ligar tres victorias, contra Shana Dobson, JJ Aldrich y Justine Kish.

Su segundo revés profesional llegó en febrero de este 2021, cuando cayó por decisión unánime ante Alexis Davis, aunque fue estrenándose en una nueva categoría, pues subió al peso gallo.

Por ahora, Sabi se prepara para su siguiente combate dentro del octágono, que ocurrirá el 9 de octubre, alistando las armas y aprovechando la gran oportunidad de seguir haciendo historia para Colombia en este deporte.

El camino sigue siendo largo para los peleadores en Latinoamérica, muchas veces por las limitaciones que existen y poco a poco van desapareciendo, pero todos aquellos que serán recordados por ser pioneros, como el caso de Mazo, tendrán un lugar especial en la historia del deporte.