Pasar al contenido principal
/themes/custom/ufc/assets/img/default-hero.jpg

Hora de concentrarse para Máximo Blanco

El venezolano Máximo Blanco regresa a la acción este 31 de mayo en contra de Andy Ogle en la cartelera UFC Fight Night Muñoz vs Mousasi, en una oportunidad que se presenta al guerrero latinoamericano de encarrilar su carrera en el UFC, de una vez y por todas.

Blanco (9-6-1) necesita de un triunfo, pues ha perdido cuatro de sus últimas cinco peleas, por lo que sabe que, en este momento, solo le sirve ganar. Ya sabemos que esa es la nueva realidad  y que, no solo hay que ganar, sino hacerlo de manera convincente o, al menos, entretenida.

Y tras la fanfarria y expectativas con las que llegó al UFC Blanco, es sorprendente que no haya mostrado ese gran nivel que se esperaba de él o, al menos, que las victorias los hubiesen acompañado.

Este chico llegó muy joven a Japón, tras destacarse en la lucha olímpica en su país, llegó a Estados Unidos como una sensación que acababa con sus rivales, alguien que los aniquilaba y los dejaba tendido en la lona y ya hemos visto que últimamente no ha sido así.

De hecho, todo lo contrario. Es cierto que una de las derrotas fue por un golpe ilegal a Akira Corassani, lo que lo descalificó y le significó un fracaso más.

Muchas veces, analizamos la parte deportiva de los peleadores, su preparación, el rival, las habilidades dentro de la jaula y muchas cosas más. Pero, en otras ocasiones nos olvidamos de la parte mental, tan necesaria en los deportes de combate, mucho más en las MMA.

En sus casi tres años en el UFC, ha dado la impresión que no siempre ha estado con la mente al 100 por ciento en el octágono, por lo que ahora para él es necesario estar concentrado con todo, primero para vencer a Ogle y, después, para mantenerse activo y relevante en las 145 libras.

La realidad del UFC es, repito, que hay que ganar, hay que gustar, hay que convencer. Máximo Blanco no ha podido hacer nada de lo anterior, aunque este 31 de mayo tiene una oportunidad de oro para cambiar el curso de su carrera.

La clave es que todo se le conjugue y le sea favorable para que, primeramente, el resultado le favorezca. Máximo tendrá que tener la agresión y ataque que lo trajo hasta aquí, sin dejar de usar la lucha y el gran nivel que siempre ha tenido en la pelea en la lona, con su lucha.

El Blanco que aterrorizó tierras japonesas no se ha presentado en el UFC. Aquél guerrero que acababa con todos no ha sido el mismo que hemos visto desde el 2011. Así de sencillo. Es por eso que su cita ante Ogle es clave, repito, no solo para el futuro inmediato, sino para su carrera.

Para él no hay mañana. Tiene que ganar sí o sí. Ahí veremos si la presión de salir triunfador a toda costa la canaliza para dar su mejor demostración dentro del octágono.

Su realidad solo acepta un triunfo.

Así de sencillo.

Me puedes seguir en twitter en @vikingomartell