El cuarto mexicano coronado como The Ultimate Fighter Latinoamérica llegó este 2016 en Martin Bravo de la ciudad de Tijuana, luego de una convincente victoria en noviembre.
El norte de México ha dado más peleadores al Octágono que cualquier otra región. Yair Rodríguez, Erik Perez, Efrain Escudero, Brandon Moreno, Gabriel Benitez, Marco Polo Reyes, Henry Briones, Alex Soto, Edgar Garcia, Akbarh Arreola, Hector Urbina. Todos ellos son del norte de ese país.
En la tercera temporada de The Ultimate Fighter Latinoamérica Bravo no llegó callado ni discreto. Fue la primera opción del entrenador Forrest Griffin para ganar el show, y cumplió.
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El otro favorito era el peruano Claudio Puelles, quien dominó el show con su avanzada lucha, muchos pensaban en la Ciudad de México, otro peruano arruinaría la fiesta como Enrique Barzola lo hizo sobre Horacio Gutierrez en la segunda edición del show.
Bravo, siendo local, tenía la presión de ganar en casa, llegó invicto con un record de 11-0 con apenas 23 años, viajó desde el norte con tiempo para adaptarse a la altura de la Ciudad de México y no tuvo que cortar peso para dar las 155 libras esa noche.
Su desempeño fue magnífico. Ligero, natural, dictando el paso.
Tirando la primera patada inicial puso el ritmo de la pelea. Incontenible e incansable como su estilo es, hizo de inmediato retroceder a Puelles y ello nunca cambió, 40% de avance fue suyo esa noche.
Fue destacable que Bravo no tuvo miedo de la lucha de Puelles, fue al clinch cuando fue necesario. Defendió derribos, se levantó con inteligencia cuando fue derribado, contraatacó.
Pero sus manos fueron el show aquella noche. Ganchos, upers, rectos, jab. 1-2, 1-2, 1-2.
“Respira, relájate, usa el minuto”, le dijo su entrenador Raul Arvizu al final del 1er round. “Hey, no bajes las manos ni dejes que te pegue. Manitas arriba. Básicos, 1-2”. Martin escuchaba, en efecto relajado. Mucho más de lo que uno pensaría para cualquier debutante en UFC.
Ese round ya Bravo demostraba una cosa, pese a su juventud y todo lo que tiene por aprender en su carrera, pertenece al UFC, el Octágono le sienta bien.
A este lado del octágono se le llama... Felicidad. @BravoToroMartin celebrando con su coach @ForrestGriffin #TUFLatinoamérica 3 #UFCMexico pic.twitter.com/29KGIDlBoc
— UFC Network (@UFCNetwork) 6 de noviembre de 2016
En el segundo round Bravo disfrutaba cada segundo. Y pronto llegó el final, hermosas combinaciones finalizaron la pelea, arriba y abajo castigando el hígado para que Puelles se doblara.
Todo fan de las MMA sonreía luego de ver esta actuación de otra prometedora estrella.
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“Veníamos bien preparado, Claudio es un oponente muy duro al cual yo respeto mucho, de hecho venía muy nervioso”, todavía dijo Bravo tras su entrevista. No se notó.
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En el 2017 debemos ver a Bravo en peso pluma, igual de ágil y poderoso, ganando experiencia y conocimiento, sumando así armas a su arsenal.
Bienvenido Martín, bienvenido a donde siempre perteneciste.
Juan Cardenas es productor digital y escritor para UFCEspanol.com. Síguelo en Instagram en @Desautomatas