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Maxi Blanco, a concentrarse

El 15 de Febrero en la Arena Jaragua de Brasil, Máximo Blanco tendrá la oportunidad de volver al octágono en el UFC Fight Night: Machida vs. Mousasi.

El venezolano de 30 años está consciente que debe salir a esa pelea con la mente puesta en la victoria ya que su paso por la empresa ha sido intermitente y necesita conseguir una buena racha para asegurar su permanencia y, entonces sí, enfilarse al top ten de la división pluma.

“Maxi” tiene frente a él un reto complicado ya que Felipe Arantes cuenta con mucha experiencia como profesional y su poder en los puños ha quedado en evidencia al sumar siete victorias por Nocaut; además de nunca haber perdido por esta vía. El brasileño también está obligado a ganar, pues llega tras una derrota por Decisión ante Edimilson Santos en Septiembre del año pasado.

Está de más mencionar que Máximo Blanco tiene cualidades para conseguir un buen lugar en la división de las 145 libras, pero el venezolano ha sido víctima de sus propios errores. En sus últimos cuatro enfrentamientos registra tres derrotas: Pat Healy en Strikeforce; Marcus Brimage en su debut en UFC y Akira Corassani debido a una controversial descalificación por una rodilla ilegal.

Dentro de UFC le ha faltado demostrar lo que su récord indica ya que acumula nueve victorias de las que siete han sido por Nocaut. Sin embargo, su único triunfo en la empresa ya está a casi un año de distancia cuando se impuso por Decisión a Sam Sicilia en la final de TUF 17.

Además de la fuerza de sus golpes, el venezolano es especialista en lucha ya que antes de decidir desempeñarse profesionalmente en las artes marciales mixtas compitió en los Juegos Panamericanos 2007 y estuvo muy cerca de ganar la medalla de bronce; sin embargo perdió el duelo por el tercer lugar. A pesar de este dato, “Maxi” nunca ha podido ganar por Sumisión.

Esta es una de las herramientas que Blanco debe aprovechar. Aunado a esto, su experiencia en Japón, gracias a una beca que consiguió en la Universidad, lo llevaron a ser parte de la selección de lucha en Fukuoka y a brillar en dos empresas niponas en la categoría de los ligeros. En 2011 firmó con Strikeforce un contrato de tres peleas y la primera de ellas sería ante Josh Thomson, quien se lastimó y quedó fuera de combate por lo que se midió a Pat Healy y perdió con un Rear Naked Choke.

Tras este duelo, el venezolano bajó de división y debutó en UFC 145 con otro descalabro. Hay que destacar que Máximo Blanco ha mostrado una gran defensa de golpeo ya que nunca ha sido vencido por Nocaut y eso es un gran punto a su favor. Su rival tiene características similares así que tendrá una oportunidad perfecta para recordar aquellos errores que lo han hecho perder para corregirlos y despuntar, de una vez por todas, en una categoría liderada desde hace mucho tiempo por Jose Aldo.

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