El MGM Grand Garden Arena de Las Vegas estallará en la esperada pelea estelar de la noche, pero ahora será Chad Mendes quien enfrente a Conor McGregor en UFC 189 el próximo 11 de julio de 2015.
El alboroto y la ansiedad acumulada previo al combate estelar de UFC 189 no ha sido para menos. Uno de los campeones más dominantes en la historia de UFC pondría su cinturón en juego ante uno de los peleadores más llamativos y mentalmente fuertes que ha tenido la promotora en los últimos años. El brasileño José Aldo (25-1) no ha conocido la derrota en los últimos diez años y ha sido el único campeón peso pluma que ha conocido UFC, mientras el irlandés Conor McGregor (17-2) tiene enloquecido a su país y a los fanáticos de artes marciales mixtas alrededor del mundo con su estilo poco ortodoxo, poderío en sus ataques y provocaciones que generan gran anticipación.
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Sin embargo, el deporte de las artes marciales mixtos es uno lleno de intercambios, y no hay otra forma de prepararse para ellos que con entrenamientos duros y parecidos a los escenarios reales. A lo largo de los últimos años, hemos visto cómo los peleadores se sacrifican en dietas y arduos entrenamientos y en ocasiones, la peor pesadilla se vuelve realidad. Para UFC 189, éste fue el caso. José Aldo se lesionó la costilla y entrará el poderoso Chad Mendes en su lugar.
Ha puesto a temblar a Aldo, ha sido Chad Mendes.
Es cierto que Mendes (17-2), cayó como muchos más antes de él cuando retó a Aldo por primera vez en UFC 142, terminando noqueado sobre la lona tras recibir uno de los repentinos rodillazos que ha caracterizado a Aldo en el último segundo del primer round. Marcaría la primera derrota de la carrera de Mendes, pero también un giro importante en su carrera.
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Un fuerte luchador encontrando éxito en MMA, Mendes comenzó a agregar un poderoso arsenal de golpeo y se armó de una racha de cinco victorias al hilo que incluyeron cuatro nocauts. Renovado y demostrando fluidez, velocidad y sobre todo, poderío de nocaut en su pelea de pie, Mendes se consiguió una revancha ante Aldo. UFC 179 marcó otra victoria para el campeón y la segunda derrota para Mendes, pero tuvo un sabor distinto. Mendes intercambió a la par con uno de los golpeadores más peligrosos de UFC. No sólo eso, se mostró al mismo nivel, poniendo a Aldo sobre la lona en un par de ocasiones con sus ganchos y terminó en una apretada decisión. Mendes se convirtió en un peleador completo y uno en que dejó al número uno libra-por-libra en constantes problemas. Tendrá que aparecer con el mismo nivel ante Conor McGregor.
El irlandés carga con una racha de 13 victorias consecutivas que se monta desde sus días previos a UFC en promotoras europeas; pero su llegada a UFC ha sido explosiva, consiguiendo cuatro nocauts de sus cinco victorias dentro del octágono. Su desempeño como peleador ha ido de la mano de su capacidad de meterse en las mentes de sus oponentes, provocándolos constantemente para desequilibrar su concentración y obligándolos a meterse emocionalmente a sus peleas. Este factor parece externo pero ha sido clave en el éxito de McGregor, que además de ser una gran atracción fuera del octágono, maneja un estilo de pelea poco ortodoxo, lleno de intercambios y maneja ataques en diferentes ángulos con patadas de giro y manos veloces. Se ha ganado su lugar como contendiente del título pero sus victorias no ha llegado a cuesta de los peleadores de élite dentro de la división, y se habrá que ver cómo logra reaccionar ante un peleador completo como Chad Mendes, y más que nada, con un luchador de élite.
Es la pelea más importante de la carrera de McGregor, y sin lugar a dudas, será la más complicada. El irlandés tiene gran balance y equilibrio que le permite mantener posturas de poder a lo largo de las peleas, pero no ha enfrentado un peleador cercano a las habilidades que le presentará Mendes. Con tan poco tiempo de anticipación, está por verse qué formato de Mendes logremos ver, y en qué forma física llegue. Esto le dará pauta a su estrategia, ya sea intercambiar para noquear o para derribar. La oportunidad es dorada para ambos. McGregor se ha armado de un gran escenario lleno de expectativa y tendrá todas las miradas encima para demostrar que sí es un talento de élite, y Mendes no tuvo que esperar mucho para pelear nuevamente por el cinturón, aunque sea un interinato.
¿Veremos a McGregor demostrarse entre la élite, o a un Mendes regresar al irlandés al final de la fila?