Michael recibe su oportunidad por el título de peso medio de UFC con solo dos semanas de aviso, tras pasar 10 años en la empresa.
Las lesiones se han convertido en el pan de cada día en el mundo de las artes marciales mixtas, pero esas puertas que cierran algunos forzadamente, dejan abiertas ventanas a otros que quieren aprovecharlas, como Michael Bisping.
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Hace 10 años llegó a UFC para ganar The Ultimate Fighter 3, desde entonces se convirtió en un fiel empleado que ha dado muy buenas peleas, que viene de una racha de tres triunfos y que ha sabido expandir sus horizontes pues es comentarista en Fox, en los Estados Unidos y también actor.
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Tras ganarle a Anderson Silva, “The Count” decidió tomarse un tiempo para grabar una película, pero justo en medio de las grabaciones recibió el llamado para la pelea más importante de su carrera, pues después de 25 batallas en UFC buscará convertirse en campeón de peso medio.
A lo largo de su vida Bisping no ha sido un tipo que le huya a los retos complicados, por el contrario, las vicisitudes que la vida le ha puesto en su camino ha buscado la manera de sortearlas y lo ha conseguido con éxito.
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Y de hecho, Luke Rockhold no extrañará demasiado a Chris Weidman en cuanto a todo lo que se pueda decir previo a la pelea, pues el de Nueva York últimamente estaba gustando mucho de ser visto como chico malo, para eso, Bisping se pinta solo.
Prácticamente con todos sus rivales ha tenido enfrentamientos verbales épicos y con Rockhold no fue la excepción, ya que pelearon en noviembre de 2014, en Australia, triunfo que se llevó el integrante del gimnasio AKA, tras someter en el segundo round al inglés, pero antes de la reyerta se dieron hasta con la cubeta.
Rockhold ganó contundentemente y desde entonces hubo un pique interesante y apenas se supo que Michael sustituiría a Weidman, de inmediato hubo intercambios de insultos, especialmente en el programa de UFC Tonight en la cadena FOX en los Estados Unidos, en la que ambos estuvieron conectados.
Tanto fue el agobio por parte del inglés con su “trash talk” que Luke decidió retirarse del estudio, para él fue demasiado soportar a Bisping, quien es experto en desesperar a sus oponentes.
Obviamente, desde que perdió en Australia, Bisping buscó mejorar y lo ha conseguido, al ligar tres peleas con victorias sobre C. B. Dollaway, Thales Leites y Anderson Silva.
Así que la mesa está puesta para que el obrero que pasaba más de 12 horas en una fábrica hace algunos años, pueda acariciar la gloria ya que, como el mismo lo ha dicho, está destinado a ser campeón, no por un asunto del destino, sino por los años que le ha dedicado al deporte dentro y fuera del octágono.
La personalidad de Bisping puede gustar o no, pero siempre tener un tipo polémico que llame la atención, que sepa vender peleas y que además en el octágono ofrezca buenas actuaciones siempre será de agradecerse.
Bisping está a nada de la gloria, veremos el 4 de junio si es capaz de alcanzarla.