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Shogun Rua fue esquina de Murilo Ninja en Brasil

Por Paloma Fabrykant - Después de su victoria definitiva contra lyoto Machida, el nuevo campeón de los semi pesados de UFC merecía un descanso. Los meses que pasaron entre la primera pelea y la esperada revancha, mientras su rival se recuperaba de la cirugía de mano,  fueron de tensión pura para Shogun. Pero el resultado estuvo a la vista, y después de semejante triunfo las merecidas vacaciones fueron en su país natal: Brasil. Pero no todo es relax para él, ya que su hermano, el reconocido peleador del extinto Pride FC, Murilo Ninja Rua, está buscando volver a las grandes ligas, y lo hace de la mano de Amaury Bitetti. Murilo es la estrella de Bitetti Combat, un evento que se destaca por contar en su plantel con estrellas de nivel mundial como Pedro Risso, Paulo Filho, Thales Leites o Ricardo Arona. Murilo protagonizó la pelea estelar de la séptima edición (realizada el 28 de mayo en Río de Janiero) contra el paraguayo Tutu Arce y como esquina lo acompañó nada menos que su hermano Shogun. Además de esta pelea, Bitetti contó con otros dos latinos -no brasileros- que dieron grandes espectáculos, incluyendo el triunfo del costarricense Alejandro “Mandarina” Solano sobre el local Cristiano Marcello. A continuación reseñaremos estas tres espectaculares contiendas.

Por Paloma Fabrykant

    Después de su victoria definitiva contra lyoto Machida, el nuevo campeón de los semi pesados de UFC merecía un descanso. Los meses que pasaron entre la primera pelea y la esperada revancha, mientras su rival se recuperaba de la cirugía de mano,  fueron de tensión pura para Shogun. Pero el resultado estuvo a la vista, y después de semejante triunfo las merecidas vacaciones fueron en su país natal: Brasil. Pero no todo es relax para él, ya que su hermano, el reconocido peleador del extinto Pride FC, Murilo Ninja Rua, está buscando volver a las grandes ligas, y lo hace de la mano de Amaury Bitetti. Murilo es la estrella de Bitetti Combat, un evento que se destaca por contar en su plantel con estrellas de nivel mundial como Pedro Risso, Paulo Filho, Thales Leites o Ricardo Arona. Murilo protagonizó la pelea estelar de la séptima edición (realizada el 28 de mayo en Río de Janiero) contra el paraguayo Tutu Arce y como esquina lo acompañó nada menos que su hermano Shogun. Además de esta pelea, Bitetti contó con otros dos latinos -no brasileros- que dieron grandes espectáculos, incluyendo el triunfo del costarricense Alejandro “Mandarina” Solano sobre el local Cristiano Marcello. A continuación reseñaremos estas tres espectaculares contiendas.

    Para cualquier luchador de MMA de Latinoamérica, pelear en Brasil es una prueba de fuego. Por eso los corazones de la delegación latina que participó de Bitetti Combat 7 palpitaron más fuerte que nunca durante las pocas horas que pasaron en Río de Janeiro. Los presentamos: por Perú viajó David Cubas Ypanque. Con 1, 68 m de estatura, un peso de 73 kg y un record de seis victorias y una derrota, este experto en Luta Livre y Lucha Olímpica, representante de la Escuela Pitbull en Lima y del Clube da Luta en Brasil, fue acompañado de su couch, el boxeador Yerry Tolentino, para enfrentarse al brasilero Milhton Vieira (10-7-1, Brazilian Top Team). Por Costa Rica viajó Alejandro “Mandarina” Solano. Con 1.70 m de estatura, 73 kg de peso y un record de 11 victorias y 4 derrotas, el campeón de la empresa Fite Nite, experto en Muay Thai y faixa roxa de JiuJitsu, líder de la escuela Mandarina MMA y principal luchador de su país, viajó acompañado de su compañero de prácticas, el peleador Alejandro Villalobos, para enfrentarse a Cristiano Marcello (9-2-0, CM System). Por Paraguay viajó Arturo “Tutu” Arce Mendez. Este poderoso stricker de 1, 83 m de altura, 86 kg de peso, larga trayectoria en Kick Boxing y un record de seis victorias y ninguna derrota, llegó a Brasil acompañado de su profesor, Anibal Asrilevich, además de su hermano y su novia; toda una hinchada para alentar al representante de Checkmate Paraguay, nada menos que ante Murilo Ninja Rua (19-10-1, Universidade da Luta).

    Fueron varias las peleas que engalanaron el card de Bitetti combat: Glover Teixeira derrotó a Tiago Mónaco por TKO en el round 1; Fábio Maldonado derrotó a Jeffie Gibbs por TKO el round 2; Vitor Miranda derrotó a Cássio Drumond por renuncia después del round 1; Cesar Mutante derrotó a Cassiano Tyschyo por interrupción médica en el Round 2 y Leandro Patata derrotó a Wagner Tiburcio por TKO en el primer round. Pero de nuestros protagonistas, el primero en pelear fue David Cubas, quien protagonizó dos intensísimos rounds cargados de sumisiones contra Milthon Vieira. El primero fue bastante parejo, con leve superioridad del local pero excelentes salidas por parte del peruano. Y el segundo podría haber sido para el visitante, si no hubiera caído, apenas 20 segundos antes de que sonara la campana, en una limpia llave de brazo que definió la pelea. “Podría haberla ganado” reflexiona David “Pero me quedé sin fuerzas en el último momento. Fue porque me costó dar el peso y pasé demasiado tiempo en el sauna el mismo día de la pelea, eso me debilitó”.

    Luego le llegó el turno a Alejandro Mandarina Solano, quien resultó la gran revelación de la noche. El Costarricense entró con una estrategia clara: sobrevivir el primer round y esperar a que su rival quemara baterías para arremeter con todo en el segundo. Así lo hizo: tuvo un primer round bastante duro, en el que Cristiano Marcello estuvo cerca de someterlo en dos oportunidades y sus puños le produjeron dos cortes en la cara. Pero Mandarina supo escapar en el piso y soportar el combate en pie, y en el segundo round su estrategia triunfó. Cristiano entró confiado y cometió un grave error: en vez de llevar la lucha al piso, donde habría tenido más dominio y menos peligro, se atrevió al franco intercambio de golpes y una mano certera del costarricense impactó de lleno en su mandíbula dejándolo nokeado contra la pared del octágono, de donde lo rescató el árbitro interrumpiendo la pelea –para algunos apresuradamente- y dando por ganador a Solano.  “Estoy muy feliz de haber peleado aquí, en el país donde nació el MMA” comentó emocionado Mandarina “Se que esta victoria es un gran trampolín para mi carrera y espero seguir creciendo. Todos los luchadores soñamos con llegar al UFC y yo también tengo ese sueño”.

    Y finalmente llegó la pelea de fondo. De un lado, el completo desconocido en Brasil, Arturo “Tutu” Arce, recién llegado de Paraguay para cumplir el sueño de pelear contra uno de sus ídolos; y del otro, el afamado Murilo Ninja, tranquilísimo y confiado, secundado por su hermano, el campeón del mundo Mauricio Shogun, dueño del cinturón de los semi pesados de UFC. La campana marcó el inicio del combate y los peleadores comenzaron a caminar el ring, midiéndose y abriendo el intercambio. No había transcurrido medio minuto cuando ocurrió lo inesperado: Ninja y Tutu avanzaron al mismo tiempo uno hacia el otro, pero fue el puño del paraguayo el que dio en el blanco, impactando de lleno contra el rostro de Murilo, que cayó al piso nokeado. Por un instante el estadio entero quedó congelado. En el rostro de Shogun Rua se leyó una expresión de sorpresa y espanto como no había mostrado ni cuando escuchó el fallo que le dio por perdida su primera pelea contra Lyoto Machida. Pero fue esa misma sorpresa lo que salvó al famoso Ninja, ya que el propio Tutu vaciló un instante antes de arrojarse sobre su rival caído para rematarlo, y fue tiempo suficiente para que el experimentado brasilero se recobrara. Ya en el piso, mostró una clarísima superioridad, tomando fácilmente la posición por encima, pasando la guardia y finalizando al visitante con kata-gatame (triángulo de brazo). Reflexionando sobre su desempeño, Tutu Atce comentó: “Le tenía tanto respeto a Ninja que por un segundo no pude creer cuando se cayó. Ese fue mi error. Si hubiera reaccionado más rápido la pelea hubiera sido mía”. No pudo ser, y los hermanos Rua se fueron triunfantes. Pero la alegría de ver un peruano, un paraguayo y un costarricense brillar de ese modo en Brasil es el mayor saldo que deja para nosotros esta espectacular velada.