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Tim Hague, el mejor pesado de Canadá

Desde el octágono - Por Emiliano Cándido - Llegar a ser el mejor del país en una división tan competitiva es siempre muy interesante. El problema es cuando se logra dar el gran paso y, luego de conseguir un triunfo, todos se acuerdan de un peleador por ser el noqueado más rápido en la historia de UFC. Tim Hague cargará de por vida con ese peso en la espalda y la única manera que tendrá de sacárselo es comenzar a obtener grandes victorias.

Hague, de 25 años, debutó en UFC en mayo de 2009 con un triunfo ante Pat Barry. Luego de marearse por las buenas combinaciones de su rival, consiguió una estupenda guillotina que lo terminó declarando vencedor.

Desde el octágono - Por Emiliano Cándido

Llegar a ser el mejor del país en una división tan competitiva es siempre muy interesante. El problema es cuando se logra dar el gran paso y, luego de conseguir un triunfo, todos se acuerdan de un peleador por ser el noqueado más rápido en la historia de UFC. Tim Hague cargará de por vida con ese peso en la espalda y la única manera que tendrá de sacárselo es comenzar a obtener grandes victorias.

Hague, de 25 años, debutó en UFC en mayo de 2009 con un triunfo ante Pat Barry. Luego de marearse por las buenas combinaciones de su rival, consiguió una estupenda guillotina que lo terminó declarando vencedor.

La segunda presentación fue fatídica para el nacido en Edmonton. Se enfrentaba con el debutante Todd Duffee y el primer golpe lo noqueó. Fueron 7 segundos y quedará en los libros, pero de mala manera. Es el peleador que menos duró en un combate en la historia de UFC.

El sábado 6 de febrero, en el UFC 109: Couture vs. Coleman, tendrá la posibilidad de reivindicarse frente a Chris Tuchscherer. Ambos vienen de duras derrotas, por lo que salir con su brazo en alto sería crucial para su estadía en el octágono más famoso del mundo.

Hague conoce muy bien a su oponente y sabe que el estilo de Chris se contrarresta con buenos movimientos y velocidad. Allí buscará sacar la diferencia que, a simple vista, no parece tener debido a la envergadura y la fuerza de su rival.

“Creo que esta pelea es una buena medida para mi nivel. Él suele ir rápido a achicar distancias y trabajar con su gran tamaño y el wrestling para derribarte. Luego es muy estático en el piso, suele hacer las peleas muy aburridas y lentas. Si quiero comenzar a restablecerme en la división de los pesos pesados de UFC tendré que vencer a Chris de la forma más emocionante posible”, dice Tim.

Siguiendo con el desarrollo del combate se detiene en los posibles cambios que pueda intentar su rival pero también sabe que, si se encuentra en peligro, tendrá que estar preparado para la estrategia de siempre.

“El punto a mi favor es que estuve entrenando muy duro para conseguir la victoria. Quizás Tuchscherer cambie su modo de pelear, quiera hacerlo más atractivo y se preste a intercambiar golpes. Pero, quiera o no, luego de que le conecte un par de buenos golpes va a volver a sus orígenes y querrá derribarme”, explica.

Y concluye: “Tengo mucho respeto por él y por sus compañeros de entrenamiento, parece ser un reto muy duro, pero estoy preparado para superarlo”.

El canadiense no tiene algo distintivo en su estilo. Es muy sólido en el piso y tiene grandes ángulos a la hora de golpear, pero nada que sobresalga del resto. Por eso se focaliza en un entrenamiento variado.

“Poco a poco me fui transformando en un peleador mucho más completo. Pero actualmente quiero mejorar en todo. Desde el intercambio de golpes, hasta el trabajo en el suelo. El día que me canse de trabajar duro me voy a retirar”, comenta.

La pregunta se hace inevitable. Pero la respuesta quizás sorprende. ¿Le gustaría una segunda oportunidad contra Todd Duffee luego de haber perdido en sólo 7 segundos?

“Quizás con el correr del tiempo, si ambos conseguimos buenas victorias, una revancha con Duffee será inevitable. Además tendríamos una buena historia detrás de nosotros. En este momento somos ambos muy jóvenes y queremos hacer un buen paso por UFC. Solemos hablar seguido, es más, consideramos en un futuro hasta entrenar juntos”, reconoce.

Para sorpresa de todos, la respuesta no fue tajante ni mucho menos. Es más, hasta parece que ninguno de los dos está interesado en combatir nuevamente si pueden tener otras posibilidades.

Lo que sí es seguro es el objetivo que tiene Tim Hague en UFC. Sus ojos están puestos en el cinturón, pero el camino a ese sueño es mucho más importante.

“Mi meta en UFC es simple. Quiero ganar uno a uno los combates que me vayan dando. Con eso me aseguraré estar un buen tiempo en el octágono y también puede que me asegure una chance por el cinturón”, relata ilusionado.

Ir paso a paso es un buen comienzo. Y, ya que piensa en el título, brinda una opinión sobre los pesados de UFC.

“Creo que la categoría de los pesos pesados de UFC fue en aumento desde hace más de un año. Y, en menos tiempo del que cualquiera pueda esperar, será la división más emocionante de todas las Artes Marciales Mixtas”, indica.

Y, para concluir, deja un mensaje para todos los seguidores de este deporte.

“Les quiero decir que siempre pongo lo mejor de mí cada vez que voy a pelear. Intento que se emocionen viéndome pelear, lamento no lograrlo a veces. Prometo que siempre voy a dejar el corazón en cada combate y, si en algún momento llega a pasar lo peor, espero que alguien me recuerde por lo que hice para entretenerlos. ¡Muchas gracias por su apoyo!”, finaliza.

Y ahora la meta de Hague es sacarse el mal sabor de boca de su derrota con Duffee. Quiere demostrar todo lo que puede hacer, pero por sobre todas las cosas, quiere dejar en claro por qué es el mejor peso pesado de su país.