El actual campeón peso semi complete Daniel Cormier es único entre los peleadores de su división, no por su elevado nivel de lucha, su competitividad mental y inteligencia estratégica; sino por la consciencia de su realidad.
Cuando Cormier ganó el título vacante, estaba feliz como pocas veces no hay duda, pero ya tenía en la mente borrar esa derrota previa ante Jon Jones.
En su primer pelea, DC le dio buen combate a Jones, pero en los rounds de campeonato el entonces joven campeón superó por mucho al veterano Cormier.
Y él lo sabe. La fuerza que toma admitirlo y asumirlo puede transformarse en un arma más.
Tan lo sabe que lo habla abiertamente, lo reconoce y lo asume, incluso lo agradece como algo que lo llevó a ser un mejor peleador.
También admite que emocionalmente se vio comprometido. Desde el nacimiento, esa rivalidad se tornó personal, y durante la pelea a Cormier le pesó.
Su mente se distrajo, quiso engañarse, pensando que estaba rompiendo a Jones, que lo estaba agotando; algo que normalmente hace Cormier.
La realidad fue otra, DC fue quien sucumbió. Pero hoy, lo sabe y lo admite, con la frente en alto sin vergüenza y como una motivación extra.