Revisamos técnicas destacadas de la pelea más reciente de The Ultimate Fighter Latinoamérica, y hacemos un análisis de los movimientos claves para la victoria.
El último episodio de The Ultimate Fighter Latinoamérica vio determinarse el cuarto y último finalista de la temporada. El nicaragüense Leonardo Morales de nuevo sorprendió y logró una decisión sobre el mexicano Gabriel Benitez después de tres duros rounds. 
Mientras las tensiones entre el equipo mexicano y el equipo latinoamericano se terminaban, compartiendo una comida en conjunto para celebrar el camino que llevaron en la casa de TUF, y el cierro de un ciclo que marcará historia en el UFC, la última pelea de la temporada representó bien el estilo aguerrido y la fuerte mentalidad de la gente Latinoamérica.
Durante tres rounds, Benítez y Morales intercambiaron, de pie, lanzando golpes, trabajando pateo, al igual que las rodillas y el clinch de lucha. Morales lució veloz no sólo en su golpeo y pateo, manejando golpes limpios y rectos y mucho pateo bajo que en ocasiones cambiaba para atacar la cabeza, sino también en sus movimientos de pies, saliéndose del camino de los ataques de Benítez.
Por el otro lado, Benitez se mantuvo en el centro del octágono, presionando, yendo al frente con golpes y rodillas normalmente, en ocasiones buscando la patada baja, y cerrando la distancia para llevar a Morales contra la reja. Benítez logró un par de derribos y buscaba trabajar el clinch. En una ocasión, desde la distancia corta mientras se separaba ligeramente del enganche, Benítez conectó con un gancho izquierdo que hizo a Morales caer. Benítez lo tomó del cuello mientras Morales buscaba amarrarse, pero éste se recuperó rápido.
Aunque el mexicano controlaba el centro y presionaba, Morales parecía lanzar más golpes. Benítez no bajaba la guardia y mantenía buena defensa, pero Morales conectaba bien en ocasiones. Benítez nunca se vio en problemas y respondía con ataques rectos hasta llevarlo a la jaula en el clinch, donde el nicaragüense defendía bien los derribos e intercambiaba posiciones y rodillas. En muchas ocasiones, el réferi los separaba por falta de acción y el ritmo de la pelea seguía.
Al final, la defensa del derribo de Morales le permitió mantener la pelea donde él se sentía más cómodo: de pie; y su trabajo de pies mientras Benítez lo presionaba le permitía circular e interrumpir los movimientos con combinaciones, y aparentemente lanzar más golpes significativos. Estos factores fueron los movimientos claves para que los jueces le hayan favorecido en las tarjetas. 
Debo destacar la preparación física de ambos peleadores, manteniendo el mismo ritmo de pelea durante tres rounds, y todo esto considerando una concentración de poco tiempo en una casa donde ambos ya habían peleado poco antes. Así, la primera temporada de The Ultimate Fighter Latinoamérica cerró, con tres rounds lleno de acción, con cuatro finalistas, y con muchas ganas de ver una segunda temporada y la siguiente generación de talento latinoamericano.
Por ahora, Morales estará enfrentando al mexicano Yair Rodríguez en UFC 180 el 15 de noviembre de 2014 en la Arena Ciudad de México, y buscará dar una última sorpresa coronándose como el campeón de la histórica primera temporada de TUF Latinoamérica.
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