El próximo 22 de febrero se disputará en el UFC 170 la corona gallo
femenina en poder de Ronda Rousey, quien se enfrenta a Sara McMann, en
un combate que pondrá en evidencia la calidad de la campeona en la lona
ante una retadora que no tiene que envidiarle nada abajo.
Además de esa interrogante, lo primero que salta a la mente es el record invicto de ambas guerreras, las cuales han dominado a sus oponentes en sus respectivas carreras y ahora llega la hora de la verdad, sobre todo para la retadora, la chica que busca arrebatar la corona de la hasta ahora invencible Rousey.
Ahora, ¿quién es Sara McMann?
McMann (7-0) tiene una base similar a la de la campeona, solo que en vez de judo procede de la lucha olímpica, y fue tan exitosa como ella a nivel amateur. Medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Atenas en el 2007, precedida por tres medallas en campeonatos mundiales y dos de oro en juegos panamericanos.
Con esa historia, su paso natural a las MMA ha sido el mismo que el de la titular, uno de triunfos, dominio y ahora se encuentra ante el escollo más grande de toda su carrera deportiva. Un escollo llamado Rousey y que es una de las súper estrellas del UFC.
Sara para vencer, creo que tendrá que demostrar en el octágono que su lucha es mejor que el judo de la campeona, al menos nulificar su ventaja abajo, y, también dejar que sus manos sean protagonistas, como en su último triunfo por nocaut en el mismo primer asalto sobre Sheila Gaff. Claro, del dicho al hecho hay un gran trecho, y sabemos que es bien complicado lograrlo ante una Ronda que solo ha permitido que una oponente le pase del primer asalto.
Pero esa es la realidad de esta pelea, de la división que ella encabeza, y del UFC. Para ser el mejor, hay que vencer a los mejores y en este caso la campeona tiene nombre y apellido, Ronda Rousey, una de las mejores libra por libra de todo el deporte.
Es cierto que Ronda no se ha enfrentado a nadie del nivel de pelea en la lona de McMann, pero también es cierto que la retadora no ha sido parte del evento principal de una cartelera del UFC y ahora va a ver qué es lo que se siente cuando los reflectores de todo el mundo estén sobre ella y la presión le llegue a la cabeza.
Volviendo al tema deportivo, tengo la impresión que esta es la pelea más pareja para la campeona, una donde no tiene tantas ventajas en su atleticismo, ni en experiencia en competencias deportivas, ni en la lona.
Es por eso que podrían ser las otras herramientas de combate las que decidan este enfrentamiento, bien parejo en el papel, y que promete mucho. Así ha sido siempre con Rousey y así esperamos que sea con Sara, una batalla entre dos guerreras de MMA.
Yo no quiero nada más esa noche del 22 de febrero en Las Vegas.
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